Los daños que provocó la turista italiana en la muralla de Lugo no son irreversibles

Por ello se cerraron las "diligencias abiertas" y no se incoará contra esa joven "un expediente sancionador"

Patrimonio determina que la pintada no afecta de forma irreversible al monumento
La joven posando en la muralla y una captura del vídeo que subió a Instagram dañando el monumento.En medio de la investigación de la Policía, los técnicos de Patrimonio han determinado este miércoles por la mañana que la pintada con su nombre realizada por una turista italiana en el adarve de la Muralla romana de Lugo no afectó de forma irreversible al monumento Patrimonio de la Humanidad.

Según informaron fuentes de la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia en Lugo, técnicos del Servizo de Patrimonio Cultural localizaron la inscripción, realizada en las tapetas del petril del adarve de la Muralla y comprobaron que fue realizada con "tiza o con un material similar fácilmente reversible". Por ello, "se cerraron las diligencias abiertas" y no se incoará contra esa joven "un expediente sancionador".

Después de la correspondiente limpieza, "el monumento ha recuperado el estado de integridad que presentaba antes de que se realizase la pintada", añaden las mismas fuentes. En todo caso, por parte de la Xunta de Galicia se demanda "un uso respetuoso del patrimonio cultural, que es patrimonio de todos y obligación de todos también legárselo a las generaciones futuras".

En un tramo de apenas 100 metros de longitud del adarve de la muralla, en el entorno de la Porta Miñá, hay al menos media docena de losas del petril del monumento que sufrieron actos vandálicos. En estas pizarras del Bien Mundial aparecen grabadas con un objeto punzante desde una declaración de amor, a una tal Nati, hasta garabatos ilegibles o la alusión a la fiesta de una localidad coruñesa celebrada el día de la Asunción en 2008.

Escrito con piedra en la muralla. EPLa impunidad con la que este monumento casi bimilenario es víctima de ataques de incívicos visitantes se ha puesto de nuevo de manifiesto con el vídeo que circuló estos días por las redes sociales, en el que una universitaria italiana, Michela L., que reside ahora en A Coruña, se regodea de realizar una pintada, al parecer con una laja, sobre el petril de la muralla, en el que inscribió el nombre de dos amigas suyas, Alexandra y Georgiana.

Antes de que este miércoles se determinase que los daños no eran irreversibles, el servicio de Patrimonio Cultural de la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria en Lugo había puesto el caso en conocimiento de la Policía Autonómica para que identificase y localiza a la vándala e inicie el correspondiente trámite administrativo para sancionarla. Finalmente las diligencias se cerraron. 

Este departamento autonómico también ha contactado con la empresa de rehabilitación que se encarga del mantenimiento de la fortaleza romana con el fin de que evalúe los daños causados por la joven italiana y adopte "as medidas necesarias para a súa limpeza e corrección".

Un operario de la constructora lucense ya tomó imágenes este martes por la mañana de los daños causados por la estudiante transalpina, que dice que cursa Humanidades.

A esta turista le han llovido críticas, e incluso una amenaza de denunciarla, en las redes sociales, el mismo medio que utilizó ella para jactarse impunemente de lo que había hecho en un bien declarado Patrimonio de la Humanidad.

Luz rota en la muralla. EPACCIONES PUNTUALES. La administración autonómica sostiene que el caso protagonizado por esta universitaria es uno de los contados ataques que sufre el monumento romano.

"Son escasos e moi pouco habituais os danos similares ao descrito", se asegura desde la delegación territorial de la Xunta en Lugo, que precisa que "en ocasións, si teñen lugar conductas incívicas relacionadas coa caída de pedras desde o adarve, danos en luminarias e depósito de lixo en distintos espazos da muralla. Por fortuna non son cotiás".

Las principales acciones sufridas por el Bien Mundial guardan por tanto relación con las consecuencias del botellón, recipientes de plástico, cristal o metálicos que quedan esparcidos por el adarve, y con los más de 200 puntos de luz que lo iluminan, que en más de una ocasión han sido blanco de los vándalos.

El monumento llegó a permanecer durante meses sin alumbrado público debido a que unos gamberros reventaron todas las luminarias que están distribuidas a lo largo de los más de dos kilómetros que tiene de longitud el adarve del monumento romano.

Pintura en el casco antiguo. EPPINTURA MISTERIOSA. En las dos últimas semanas también ha sido víctima de los ataques de incívicos ciudadanos el entorno de otro monumento declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, la catedral.

En al menos cuatro ocasiones se han arrojado botes llenos de pintura que han salpicado el muro que cierra el atrio de la basílica y los adoquines de la Praza Pío XII, al lado de la Porta de Santiago de la muralla. Es un misterio que está sin resolver.

Un lucense que pasó por la zona cuando era arrojado contra el suelo uno de esos botes expresó sus sospechas de que pudiese proceder de alguna vivienda de la zona.

Atrás queda el ataque sufrido en una noche de movida, hace 16 meses, por la talla pétrea de San Vicente que preside la fuente de la Praza do Campo, datada a mediados del siglo XVIII.

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