El pleno acordó este miércoles retirar su confianza a la alcaldesa y, por consiguiente, dejar en el aire su propuesta de presupuestos municipales. Cuando pase un mes y si no prospera una moción de censura, se aprobarán automáticamente, pero mientras el Concello operará con los mismos que hasta ahora: los prorrogados del 2016.
El resultado de la sesión extraordinaria de este miércoles era previsible y, en realidad, no sorprendió a nadie, tampoco al gobierno municipal. La única duda estaba en qué votaría exactamente el BNG, que a su vez condicionaba el sentido del voto de Lugonovo, grupo dispuesto a apoyar la cuestión de confianza solo si su voto servía para ahorrar el mes de espera por los presupuestos. Finalmente, ambos grupos se abstuvieron. Solo los ocho miembros del gobierno votaron a favor, mientras que los 9 concejales del PP; los dos de Ciudadanos y el de Ace-Eu votaron en contra.
La regidora dice que pone su cargo a disposición de la corporación si no se aprueban los presupuestos, que define como inversores
Quizás fue este último edil, Carlos Vázquez Portomeñe, el más duro con la regidora y el que resumió qué estaba pasando de forma más clara. Acusó a Méndez de tener claro desde el principio que carecía de la confianza do pleno» y de no molestarse en "negociar os orzamentos porque xa o sabía, sabía que os sacaría adiante senón é hoxe dentro dun mes porque sabe que non haberá moción de censura". Recordó que su grupo no responde a ese tipo de tácticas de presión.
Pese a que las probabilidades aritméticas de que algún candidato llegue a reunir los 13 votos para que prospere una moción de censura son remotas o directamente imposibles, otros grupos sí elucubraron con ella. La portavoz de Ciudadanos, Olga Louzao, anunció ya en su primera intervención que este jueves iniciará contactos con todos los grupos "na busca dun goberno transversal e plural, sen lle importar quen o lidere". Insistió en que "o de menos" será que el alcalde se llame "Antonio, Cristina, Rubén, Carlos ou Olga", citando todos los nombres de pila de los portavoces de la oposición.
Rubén Arroxo: Ofrézome a liderar un goberno de esquerdas, con Ace e Lugonovo
También el BNG lanzó esa misma propuesta, pero en su caso sí poniendo un nombre: el de su portavoz: Rubén Arroxo. "Ofrézome a liderar un goberno de esquerdas, con Ace e Lugonovo", dijo, y se refirió a la posibilidad planteada un día antes por el portavoz popular de promover la moción. "Saben vostedes que non teñen posibilidad de conseguir eses trece avais", dijo dirigiéndose a Ameijide. Con respecto al sentido de su voto, admitió que en este caso –en el que el Concello debe limitarse a hacer gastos corrientes y no tiene capacidad de inversión al contar con sus prespuestos prorrogados– el no era "un voto baleiro".
El portavoz del PP articuló su intervención en torno a una idea, en la que insistió varias veces. "Todo o que non sexa votar que non, é un apoio tácito a alcaldesa e ao seu goberno", dijo, en un mensaje directo a Lugonovo y Bloque y se preguntó "como se pode confiar nunha alcaldesa reprobada pola corporación". En alusión a la vieja, y mil veces citada, petición que Aznar hizo a González, instó a la regidora a dejar el cargo. "Váyase, señora Méndez", dijo.
Lugonovo no acertó a explicar su voto, ya que su portavoz, Cristina Pérez Herráiz, repitió varias veces que no confiaba en Méndez
Lugonovo no acertó a explicar su voto, ya que su portavoz, Cristina Pérez Herráiz, repitió varias veces que no confiaba en Méndez. Sin embargo, para no abundar en la parálisis actual, se optó por la abstención. Sí anunció que respaldaría una moción de censura liderada por Arroxo, pero que su grupo "nunca apoiaría unha moción promovida nin polo PP nin por Ciudadanos, nunca".
La alcaldesa –que aunque pudiera esperar ese resultado abandonó el salón de plenos con cara circunspecta– aseguró que su cargo estaba a disposición de la corporación como forma de dejar clara la importancia que tiene sacar adelante los presupuestos. "Díganme qué sentido ten vir aquí todos os meses e aprobar propostas se non se habilita o crédito para executalas", preguntó a la corporación, a la que recordó el carácter "inversor" y "social" de su propuesta de presupuestos y la inclusión de muchos proyectos refrendados en pleno.
El recurso a la cuestión de confianza vinculada a los presupuestos es relativamente habitual en los gobiernos en minoría y el de Lugo tiene su ejemplo más reciente hasta ahora en la presentada por Orozco en noviembre de 2008. Su resultado fue distinto, ya que en aquel momento la abstención del BNG le permitió refrendar la confianza de una corporación mucho menos atomizada y contar desde ese momento con unos presupuestos renovados, para los que ahora habrá que esperar.
