Desde que Alberto Núñez Feijóo confirmó que seguiría al frente del Partido Popular de Galicia, las aguas internas se han calmado, si es que en algún momento llegaron a estar del todo revueltas. Un efecto que se extiende también a la provincia lucense, donde cualquier atisbo de oposición a la actual presidenta, Elena Candia, se ha ahogado en una tranquilidad mansa.
En estas condiciones, el PPdeG de Lugo abre este martes el plazo para presentar candidaturas de cara a su próximo congreso provincial, que se celebrará el 19 de septiembre. Hasta el 4 de agosto se pueden anotar alternativas a la lista de Elena Candia, que ya anunció su intención de mantener su cargo orgánico, pero cualquier movimiento público en ese sentido sería una auténtica sorpresa.
Una sorpresa que, además, solo sería posible si partiera de cargos y afiliados no excesivamente significativos, porque la alineación de las principales figuras populares en la provincia con Candia está siendo tan ordenada como una coreografía militar. Entre las personas que ya han firmado como avalistas de la política mindoniense figuran el portavoz del PPdeG en el Concello de Lugo y diputado autonómico Ramón Carballo o el actual delegado territorial de la Xunta en Lugo y figura emergente Javier Arias, que lo hicieron el mismo día en que Candia anunció su candidatura. A ellos se han unido últimamente otros destacados nombres, como el mariñano José Manuel Balseiro, exdelegado autonómico y ahora parlamentario en la Cámara gallega.
Los militantes populares lucenses han entendido el mensaje lanzado por Feijóo
Todo hace pensar que los militantes populares lucenses han entendido perfectamente el mensaje lanzado por Feijóo en el congreso gallego: no perder el tiempo en personalismos, rearmarse ideológicamente para asaltar los ayuntamientos y diputaciones e ir pensando en la renovación de las caras.
Elena Candia también parece tenerlo claro, al igual que sabe que cuenta con el respaldo del apparátchik del PP gallego y el expediente notable que obtuvo en la última cita electoral. Por eso, fuentes cercanas avanzan que el equipo rector que formará para dirigir el partido en Lugo será integrador de las diferentes sensibilidades, un paso significativo en una política que siempre se mostró como una dirigente de fuertes convicciones.
También se ha encargado a gente muy joven la organización de un congreso que, de este modo, se prevé que sea un apacible crucero de intercambio de cargos en una balsa de aceite.
