Os Robles, de playa fluvial a precario pantalán

El embarcadero está roto y unido a tierra solo a través de dos cables atados a sendos postes de la luz horizontales

Los bañistas tienen que subir un pronunciado y resbaladizo escalón. XESÚS PONTE
photo_camera Los bañistas tienen que subir un pronunciado y resbaladizo escalón. XESÚS PONTE

Lejos de poner en marcha el tan ansiado y reclamado proyecto de creación de una playa fluvial, la administración local se enfrenta a un problema para el que, hasta ahora, no ha encontrado solución.

El pantalán situado en Os Robles -que cada día cuenta con un mayor flujo de bañistas a causa de la ola de calor- está en un pésimo estado, no solo a nivel visual y estético, sino que su principal carencia es a nivel estructural, de seguridad, justamente la que se estaba intentando extremar con la presencia de las dos parejas de socorristas a las orillas del Miño.

Este problemático embarcadero se encuentra a día de hoy conectado a tierra a través de una sujección más propia de un remiendo o apaño que de una solución firme y estable. Su base -una tabla metálica recubierta con madera- está enganchada a través de dos gruesos cables a sendos postes de hormigón, los que de momento soportan las corrientes y el peso de los bañistas, pero no ofrecen seguridad alguna.

No hay rastro de un acceso seguro al río, pero lo peor no es eso, sino que son las instalaciones existentes las que se convierten ahora en el peor enemigo de bañistas y socorristas, representando la principal amenaza en esta zona fluvial, la que, sin lugar a dudas, es la primera alternativa en la que los lucenses piensan para tratar de combatir este intermitente verano.

ANTECEDENTES. No es la primera vez que este pantalán ocasiona problemas, a pesar de que hasta el momento nunca se ha cobrado víctima alguna. Los socorristas nada pueden hacer al respecto, salvo limitarse a vigilar a los bañistas. Por quien sí que se espera una reacción es por parte de la Diputación, la que por el momento no se ha pronunciado ni ha aportado solución.

Asimismo, el BNG propuso en el pasado mes de mayo habilitar el pantalán como zona de baño libre, para lo que pidió que se colocaran unas escalerillas y se delimitara el área a usar con boyas para no interferir con piragüistas ni dañar el hábitat, lo que también facilitaría la labor de los socorristas.

Vigilantes: "Alertamos cada poco a los bañistas de la peligrosidad del embarcadero"
"En agosto los jóvenes ya hacen pie en el medio del río, por lo que el riesgo de ahogarse se reduce. Sin embargo, aumenta la peligrosidad de los habituales saltos desde el pantalán, que ya es peligroso de por si, para lo que tenemos que estar pendientes y avisarles de forma continuada de que hay mucho riesgo", explican dos de los socorristas contratados por el Ayuntamiento.

"Nuestra labor es principalmente de vigilancia, control y asistencia en caso de que sea necesario. Además, nos encargamos de la parte medioambiental, el año pasado tuvimos incidencias con un contenedor y una moto que tiraron al agua y que tuvimos que sacar", añaden.

A la vez que apuntan que mantienen una vigilancia "durante todo el día, hasta las 20.00 horas, con una única parada para comer a las 14.00". 

La ola de calor que azotó a Lugo estas últimas jornadas incrementó el flujo de bañistas que se acercan a la zona. Una concentración que, por el momento, no ha causado ningún tipo de incidencia. "Tuvimos muchísima gente estos últimos días, notamos un cambio enorme dependiendo del tiempo. Por el momento no hemos tenido ningún tipo de incidencia por lo que no hemos tenido que intervenir, esperemos que todo siga así", comentan.

A pesar de que su lugar de actuación es esencialmente el pantalán, los socorristas dan largos paseos por las orillas del Miño para vigilar otras zonas, para lo que también utilizan el coche con la intención de agilizar el trámite. "Todos los jóvenes se concentran en el pantalán. Sin embargo, mucha gente se va a bañar debajo del puente, por lo que debemos pasar por allí para descartar incidencias".

De todas formas, cuentan con un número de urgencias que les mantiene alerta para actuar en casos que sucedan en lugares más alejados. "Con este número  tenemos una gran herramienta para ganar tiempo. En 5 minutos podemos asistir una urgencia". 

 

 

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