Tres viviendas del 128 de Marques de Ombreiro se anegan cada vez que llueve desde que un vendaval arrancó la cubierta del edificio a principios de mayo. Los vecinos están desesperados y urgen al Concello la concesión de licencia para instalar una grúa en la vía pública para poder reparar el tejado. La situación de precariedad se prolonga desde que una repentina tormenta registrada el 5 de mayo, con vientos superiores a los 100 kilómetros por hora, dejase al edificio sin buena parte de su cubierta superior.
Este hecho ha provocado que tres de los pisos superiores sufran continuas inundaciones cada vez que llueve, puesto que solo un plástico les protege de las inclemencias del tiempo.
Hay una empresa contratada para hacer la reparación, pero los vecinos dicen que "desde hace 20 días esperamos la respuesta del Ayuntamiento. Solo pedimos que se agilicen los trámites de un permiso para colocar una grúa y que la empresa que ya contratamos comience con los trabajos de instalación del nuevo tejado", dice.
Otro de los vecinos afectados por esta situación asegura que muchos días pasa "toda la noche recogiendo agua de suelo que se cuela por el tejado".
Solo un plástico protege los pisos superiores de las inclemencias del tiempo
Los daños fueron consecuencia de un temporal que dejó a su paso cuantiosos desperfectos por la ciudad, desde cubiertas levantadas y filtraciones de agua, hasta persianas rotas y ventanas fracturadas. Sin embargo, el de Marqués de Ombreiro fue el edificio más castigado de la ciudad.
Los vecinos de Marqués de Ombreiro asistieron atónitos al momento en que esta fuerte ráfaga de viento se llevaba más de la mitad de la superficie total de su tejado compuesto íntegramente por láminas metálicas.
"Pedimos al Ayuntamiento que haga que los trámites vayan lo más rápido posible porque en este edificio somos más de cuarenta vecinos los que soportamos esta situación a diario", argumenta un residente en el inmueble.
La compañía de seguros se hizo cargo de los gastos derivados de la reparación y posterior sustitución del tejado de esta finca urbana una vez que se acreditó que el edificio sufrió una ráfaga de más de cien kilómetros por hora. Aunque Metogalicia no registró ese día en Lugo rachas tan fuertes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sí midió vientos de esa velocidad, que explicaban que hubiera volado gran parte de la cubierta del edificio.
Una vez solucionados los trámites con el seguro, los vecinos se desesperan ahora en espera de la licencia, puesto que los más afectados ya vieron entrar el agua en sus casas en varias ocasiones.
