Un piragüista, José Manuel Devesa Jubón, rescató este miércoles con vida a una mujer -de 51 años y vecina de Lugo- que flotaba semiinconsciente en el río Miño, en las inmediaciones del área recreativa Los Robles. José Manuel Devesa fue ayudado por dos jardineros de la Diputación, que suelen cuidar de la zona verde.
Estos trabajadores fueron los que dieron la voz de alarma -este miércoles, sobre las doce y media del mediodía- cuando observaron que una mujer podría estarse ahogando en el río, más o menos a la altura de una escalinata de madera.
Como ninguno de los dos sabía nadar, acudieron a la Escuela de Piragüismo, donde estaba el encargado de la misma, José Manuel Devesa, quien, sin dudarlo ni un solo minuto, se lanzó al agua para rescatar a la mujer.
"Llegó uno de los jardineros diciendo que una señora se estaba ahogando. Cuando llegué, la vi moviéndose en el agua pero no nadaba, solo flotaba, se movía muy poco. Me lancé a por ella inmediatamente y la llevé hacia la orilla. Allí estaban los dos jardineros, que tiraron de ella consiguiendo sacarla del río. Entre los tres, lo conseguimos. Si hubiese estado yo solo, sería mucho más difícil o imposible porque aquel acceso es complicado para arrastrar a una persona hacia la orilla", comentaba este miércoles José Manuel Devesa.
SEMIINCONSCIENTE. La mujer respiraba con dificultad pero se quejaba, por lo que su estado era semiinsconciente. En cambio, no dijo nada. Aparentemente, no presentaba ningún golpe. Sin embargo, los rescatadores no supieron qué le había pasado realmente a la mujer para aparecer así flotando en el río y a punto de ahogarse.
"Es algo que nos llamó la atención, que apenas se moviese y aún flotase. Un socorrista me dijo que eso podría ocurrir si la persona llevaba un rato peleando para no hundirse y, al final, quedó agotada. Parece que debió de tragar mucha agua", decía el piragüista quien, pese a pasar muchas horas diarias en el río, es la primera vez que se enfrenta a una situación de estas.
"Ella no estaba inconsciente del todo, pero tampoco respondía a nuestras preguntas. Solo se quejaba del dolor que sentía, pero no sabemos nada más acerca de ella ni qué fue lo que pasó», insistía ayer José Manuel Devesa Jubón, quien reconocía que, en el momento del rescate, se llevó «un gran apuro, aunque no me lo pensé para tirarme al río".
Una vez que la mujer fue sacada del Miño, llamaron a una ambulancia que acudió rápidamente al lugar de los hechos y que trasladó a la víctima al Hula, donde ingresó en estado grave. Este miércoles por la noche permanecía ingresada en estado grave pero estable.
OTRO RESCATE. A principios de año, concretamente el 22 de enero, tuvo lugar otro caso similar cuando dos hombres se jugaron la vida y rescataron a una mujer de las aguas del Miño. En aquel caso, la víctima, de 48 años y también lucense, estaba consciente cuando fue rescatada, aunque no movía las piernas y tenía la cara desfigurada.
Aquel día, los héroes fueron dos operarios que se encontraban en la zona del restaurante Los Robles recogiendo una infraestructura montada con motivo de una fiesta que habían hecho en el establecimiento los jugadores del Spórting del Gijón. Los dos operarios escucharon decir a un hombre que una persona se había caído al río, por lo que corrieron hacia la Escuela de Piragüismo y cogieron la primera lancha que encontraron.
Los dos hombres se echaron al río y remaron con las manos hasta que se acercaron a la mujer, que no paraba de pedir socorro. La víctima -que flotaba gracias a que el anorak que llevaba hizo como una burbuja de aire y hacía de flotador- no podía mover las piernas. Los operarios lograron subir a la mujer a la barca, a pesar de que no estaba en buenas condiciones y cogía agua, y regresaron hasta la orilla. La mujer fue trasladada en ambulancia al Hula e ingresó en la UCI.
