Casi un año después de cesar en el juzgado del instrucción número 1 de Lugo, para cumplir el castigo impuesto por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la magistrada Pilar de Lara se incorporará a su nuevo destino, el juzgado de instrucción número 8 de Ponferrada, lugar que le correspondió en el concurso donde había un centenar de vacantes y al que tuvo que concurrir sin las ventajas de su escalafón. La mayoría de los destinos estaban en las islas o en Cataluña, con lo cual Pilar de Lara ya se veía abocada a poner miles de kilómetros de por medio. Pero al final no será así.
A principios de año se hizo efectiva la sanción de siete meses y un día por dilaciones indebidas en los diversos macroprocesos que llevaba, algunos de ellos desde hace una década: Pokemon, Carioca, Cóndor, Pulpo... El CGPJ no aceptó los argumentos de la magistrada y le impuso una sanción que implicaba pérdida de destino y acudir al siguiente concurso como la última de la lista. En ese tiempo se dedicó a aprender idiomas, hacer cursos y a tocar la guitarra, su gran pasión, confinada durante meses como el resto de la población.
Acabada la sanción a primeros de septiembre, la otrora azote de la corrupción en Lugo y Galicia se presentó a las plazas que quedaron vacantes, a sabiendas de que el resto de magistrados concurrentes se iban a llevar los mejores destinos y abocada a un juzgado del extrarradio de una gran ciudad catalana o, lo peor, a las islas, un destino que casi nadie quiere.
Sin embargo, hubo un juzgado en el que pocos se fijaron y que le pilla mucho más cerca de su hábitat natural, el 8 de Ponferrada, una entidad de nueva creación (hace 5 años) y que llevaba un año ocupada sin plaza fija por otra jueza. Leticia Francisco, mientras su titular estaba en comisión de servicios en otro lugar. Se trata de un juzgado mixto, de primera instancia e instrucción, como eran los de Lugo antes de que se dividiesen por materias.
La asignación de plazas irá ahora a la comisión permanente para su aprobación definitiva el 5 de noviembre (por si hubiera alguna reclamación y se admitiera). Los destinos se publicarán a primeros de diciembre y la jueza tendrá 20 días para incorporarse, con lo que volverá a trabajar a final de año o principios de enero.
