El propietario del piso donde se encerraron los agresores de Campo Castelo explicó este domingo había alquilado la vivienda a una de las mujeres detenidas. Se enteró de lo que ocurría porque le avisó la Policía, a la que acompañó a la casa, por lo que pudo ver que "todo el piso estaba revuelto, con todos los enseres amontonados alrededor de la puerta de acceso. El desperfecto más serio que detectó fue "a puerta del baño, que ha quedado totalmente destrozada". La vivienda es un dúplex de 40 metros cuadrados, explicó el propietario, que posee otro piso de alquiler en el mismo edificio.
El dueño del piso tiene previsto presentar este lunes mismo una petición de desahucio en los juzgados puesto que "una de las claúsulas del contrato estipula que si se producen destrozos en el edificio, podemos ejecutar dicha cláusula y presentar una petición de desahucio", asegura.
Quejas vecinales. El arrendador firmó con la inquilina el documento de alquiler el pasado mes de junio, después de desechar casi un centenar de solicitudes. El contrato vinculante entre ambas partes se firmó por un plazo de un año y la arrendataria había abonado todas las cuotas hasta el momento. "Me decanté por ella entre el resto de solicitantes porque me transmitió buenas sensaciones y porque venía acompañada por una persona mayor", relató el domingo el propietario del inmueble, que últimamente recibió múltiples quejas por parte de los vecinos "por el volumen de la música que salía a todas horas del interior del piso" y alteraban el descanso de una zona que siempre se ha caracterizado por ser una zona tranquila dentro del centro.
