La Fiscalía pide 20 años de prisión para un hombre acusado de golpear, retener, agredir sexualmente y amenazar con descuartizar a su expareja, y que será juzgado este lunes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo.
Según el escrito de acusación pública, M.A.R.T., que ya había sido condenado con anterioridad por malos tratos, agresión sexual, amenazas y quebrantamiento de condena, llamó a su expareja el 24 de noviembre de 2015 para pedirle que le fuese a buscar en coche.
La mujer acudió con la madre del acusado y, en cuanto éste se metió en el coche, se colocó detrás de su expareja, que iba conduciendo, y con las correas de una mochila le rodeó el cuello, y la amenazó para que le llevase a donde él le indicaba. Mientras hacía esto, tiraba de las correas y le decía que la iba a matar por haber puesto fin a la relación, haciendo caso omiso a las súplicas de su propia madre, que le pedía que no hiciera daño a la mujer.
El ministerio acusa a M.A.R.T. de un delito de maltrato en el ámbito familiar, uno continuado de amenazas, uno de agresión sexual, uno de detención ilegal y uno de quebrantamiento de condena
Los tres se dirigieron a la casa de los padres de M.A.R.T. y el acusado obligó a salir a la víctima, se quedó con las llaves del coche y con su teléfono móvil, le propinó un puñetazo en el ojo y la obligó a dirigirse a la parte trasera de la casa y a ponerse de rodillas con la cabeza apoyada en un cepo.
Mientras, M.A.R.T. la amenazó con un hacha, y le dijo que la iba a llevar al monte y a descuartizarla.
La mujer y la madre del acusado lograron tranquilizarlo y entraron en la vivienda, pero el hombre no dejó de amenazar a su expareja, e incluso volvió a obligarla a salir de casa y a intimidarla con una hoz. Después, se llevó a la víctima a su domicilio, sin que ésta pudiera oponer resistencia debido al temor que padecía.
Una vez en la vivienda del acusado, éste volvió a quitarle las llaves del coche, la amenazó de muerte y le ordenó que se fuera para la habitación. Allí, abusó sexualmente de ella y luego se quedó dormido, pero la mujer no pudo huir del lugar debido a que la vivienda estaba cerrada, no tenía las llaves del coche ni el teléfono.
Al día siguiente, los padres del acusado le llamaron y le convencieron para que fuesen a su casa a comer. El acusado le devolvió las llaves del coche a la víctima para ir a casa de sus padres y, una vez en el lugar, la mujer aprovechó un descuido de M.A.R.T. para subirse a su vehículo y escapar del lugar.
Tras estos hechos, el acusado llamó varias veces y envió mensajes a la víctima pidiéndole perdón, e incluso llegó a presentarse cerca de la casa del abuelo de ella, pese a que tenía orden judicial de alejamiento.
DELITOS. El ministerio fiscal acusa a M.A.R.T. de un delito de maltrato en el ámbito familiar, un delito continuado de amenazas, un delito de agresión sexual, un delito de detención ilegal y uno de quebrantamiento de condena. Además, pide que se aplique la circunstancia agravante de parentesco.
Así, solicita que sea condenado a un total de 20 años de prisión, además de la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima, a un período de 5 años de libertad vigilada cuando salga de la cárcel, y a indemnizar a su expareja en 2.500 euros por los daños físicos y morales.
ABUSO A MENOR. Por otra parte, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo acogerá otro juicio, el 28 de junio, en el que la Fiscalía pide 3 años de prisión para un hombre acusado de abuso sexual a una niña de 12 años.
Los hechos tuvieron lugar en la tarde del 6 de octubre de 2016, cuando este acusado, en plena vía pública, se acercó a la menor por detrás y, mientras le tocaba los glúteos "con ánimo libidinoso", le dijo: "Qué guapa eres, vente conmigo!".
La acusación pública considera estos hechos un delito de abuso sexual a menor de 16 años, y pide una condena de 3 años de cárcel, además de la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de la niña durante 3 años y medio, y una indemnización de 1.200 euros. También reclama que se le imponga la medida de libertad vigilada durante 5 años, una vez cumplida la pena de prisión.
