Perros atados y jabalíes sueltos

La federación vecinal demanda más control de los canes y que se les impida subir a la muralla ►Libera rechaza la caza 'cebada' de cerdos salvajes y dice que huyen de las escopetas a la ciudad

Un perro, de paseo por el adarve de la muralla, sujeto con la correa. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un perro, de paseo por el adarve de la muralla, sujeto con la correa. VICTORIA RODRÍGUEZ

LUGO. Dos especies animales están marcando la actualidad informativa de los últimos meses en la ciudad debido a su proliferación. Por una parte, el aumento de la población de perros en el municipio hasta el punto de que ya hay más de 16.000 censados ha abierto el debate sobre su control cuando sus dueños los sacan a pasear.

Además, la presencia de jabalíes en zonas verdes del entorno urbano de Lugo, que han causado destrozos y suponen un peligro para el tráfico, ha llevado a la administración a buscar medidas como desbrozar fincas en donde se refugien e incluso autorizar la caza de algunos ejemplares, una medida criticada por colectivos animalistas.

El grupo Libera y Fundación Franz Weber mostraron ayer en un comunicado su «frontal rechazo a la caza "cebada" de jabalíes en Lugo», recordando que parte de la problemática se deriva de la reducción de las zonas de seguridad en la Ley de Caza, de los 200 a los 100 metros actuales, «lo que empuja a estos mamíferos a buscar protección más cerca de parques y viviendas frente a los escopeteros», sostienen.

También rechazan la posibilidad de que se hagan esperas nocturnas, al considerar que «solo contribuyen a generar inseguridad y a privatizar, una vez más, espacios públicos», en favor del lobby de los cazadores.

Mientras, los perros no suponen de momento un riesgo para la seguridad, aunque hay asociaciones como la federación vecinal que demandan que se intensifique por parte de la Policía Local la vigilancia para que los propietarios de canes los paseen con correa y bozal, cuando sea obligatorio, evitando que «anden sueltos por las zonas verdes». Además, reclaman que se dote a los agentes de más lectores de microchip para comprobar que los animales están registrados, ya que asegura que en la actualidad solo cuentan con un aparato.

Pero la mayor preocupación para el colectivo vecinal se centra en los problemas de limpieza que generan las defecaciones de los perros y, además de exigir que se impongan multas a quienes no recogen los excrementos de sus mascotas en la calle, plantean que también se implanten nuevas sanciones para aquellos dueños que dejan que sus perros orinen en las calles y en las fachadas de los edificios.

FUERA DE LA MURALLA. La federación vecinal también vuelve a demandar, como ya hizo hace meses y como también planteó Ciudadanos, que se prohíba el acceso de perros al adarve y, de no ser posible, al menos que se sancione a los dueños que no recogen las deposiciones de sus mascotas. «Non estamos en contra dos cans, se non que estamos en contra daquelas persoas que incumpren as normas», señalan los vecinos.