Carlos Peiró: "El adolescente tiene que probar que sabe hacer uso de la libertad para salir"

El especialista en orientación familiar dio pautas para gestionar las primeras salidas nocturnas y la prevención del alcohol y otras drogas
Carlos Peiró Ripoll durante su charla en la jornada sobre salidas en la adolescencia
photo_camera Carlos Peiró Ripoll durante su charla en la jornada sobre salidas en la adolescencia

La hora de llegada por la noche, sobre todo cuando son las primeras salidas; la asignación de dinero (paga fija o entrega puntual, ambas válidas) y cómo prevenir el consumo de alcohol y otras drogas son las preocupaciones más comunes de las familias con adolescentes. El psicólogo Carlos Peiró Ripoll dio en Lugo algunas pautas para gestionarlas. Y una conclusión: si lo que se busca es que a una determinada edad —la que se considere, 16, 18... años— el joven sea capaz de manejar la mayor parte de los aspectos de su vida (tiempo de ocio, amistades, emociones, dinero...) debe llegar a él de forma gradual.

La manera más adecuada de enseñárselo es dándole información, supervisándole y negociando los pasos hacia la libertad. Haciéndole saber que los avances o retrocesos están en su mano. "Hay que ajustar los horarios y la libertad a la edad y, a medida que el adolescente va desarrollando el ocio de forma correcta, reconocérselo y premiarlo con más privilegios, o reprenderlo y castigarlo si es al revés. Tiene que demostrar que es capaz de utilizar la libertad de forma responsable", explicó en una jornada organizada por la Federación Provincial de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapalugo).

Carlos Peiró, Psicólogo y mediador familiar: "El ejercicio de escuchar a los hijos es difícil; los padres solemos adoptar un discurso censor y moralizante"

Ante un auditorio con predominancia femenina, este mediador social y familiar expuso un decálogo. Lo primero es que padre y madre tengan una postura común y que el asunto de las salidas se aborde con los hijos con antelación y en un momento óptimo para el diálogo. Hizo mucho hincapié en la escucha "activa" de los hijos, que "en general hacemos poco". Se recomienda abandonar la posición jerárquica, establecer "un diálogo más de tú a tú", parafrasear, preguntar... En definitiva, hacer ver al joven, con lenguaje verbal y no verbal, "que entendemos lo que le pasa". "Es difícil, porque solemos excedernos, ser censores y moralizantes". 

Ser asertivo para evitar el chantaje emocional de los hijos es otra pauta, así como conocer todos los detalles de las primeras salidas (lugar al que va, qué va a hacer, con quién va a ir y venir, si va a haber algún adulto...) es fundamental, dijo, al igual que negociar los horarios y el dinero, de la manera indicada. Hay que informarles de posibles riesgos (accidentes, borracheras...), de la importancia de que el transporte sea seguro y de que utilicen el móvil si lo necesitan. Deben saber que, al volver, los padres estarán atentos a síntomas de consumo de drogas (ojos rojos, pupilas dilatadas, hambre voraz, mucha sed, muchas ganas de orinar, vómitos... La última pauta, quizás la más difícil, es confiar en ellos. Aunque se equivoquen.

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