As Pedreiras y Frigsa son los primeros recintos deportivos de Lugo con desfibrilador automático

El Concello incorporará la próxima semana dos equipos semiautomáticos para atender posibles ataques cardiacos y formará a personal para su manipulación ► Son de fácil manejo y estarán colocados en zonas visibles de las instalaciones
Un desfibrilador automático instalado en un lugar público
photo_camera Un desfibrilador automático instalado en un lugar público

Las piscinas municipales de As Pedreiras y Frigsa serán las primeras instalaciones municipales en contar con desfibriladores automáticos para atender posibles ataques cardíacos. El gobierno local ya adquirió los aparatos y el material complementario, que tuvieron un coste total de 5.400 euros, y se prevé que sean instalados la próxima semana, una vez sean recibidos los equipos.

El concejal de deportes, Miguel Fernández, explica que la elección de estas dos instalaciones municipales para ubicar los primeros desfibriladores se debe a que son las que mayor número de usuarios reciben a diario y a que están ubicadas junto a otras dotaciones deportivas. Así, en el caso de la piscina de Frigsa, el aparato dará cobertura tanto a las pistas de tenis como al campo de fútbol Luis López Gorgoso y al polideportivo de la Casa do Deporte.

Mientras, en As Pedreiras se podrá atender a usuarios del estadio Gregorio Pérez Rivera y al modulo de atletismo, porque el Pazo Provincial dos Deportes ya cuenta desde hace años con un desfibrilador propio, al igual que ocurre con el estadio Ángel Carro. Además, se tuvo en cuenta el hecho de que tanto en As Pedreiras como en Frigsa se suelen organizar cursos para personas de la tercera edad, que es la parte de la población más propensa a sufrir una dolencia cardiaca.


El Pazo dos Deportes, el Ángel Carro, la sede de la Xunta o As Termas son algunas instalaciones que disponen de desfibriladores


Fernández asegura que en el futuro está prevista la compra de nuevos equipos para atender otras instalaciones deportivas municipales, como el Palacio de los Deportes o los campos de fútbol de As Gándaras, ya que asegura que está demostrado que los desfibriladores contribuyen a salvar vidas si las personas infartadas son atendidas en los primeros momentos del paro cardiaco.

El concejal de deportes explica además que el funcionamiento de estos aparatos es muy sencillo, ya que desde el momento en que se encienden una voz va dando instrucciones sobre cómo colocar los electrodos en el paciente y, una vez se realiza esta maniobra, es el propio desfibrilador el que activa las descargas en caso de que sean necesarias.

Aun así, como todavía no hay una norma que regule el uso de los aparatos de este tipo que estén instalados en zonas públicas, el personal de ambos recintos deportivos recibirá la formación necesaria para su manejo. "Os socorristas e monitores de natación xa teñen a titulación para usar os desfibriladores, pero vanse dar cursos para o resto do traballadores", comentó Fernández.

Los dos aparatos serán además colocados en una zona visible de los dos complejos deportivos, probablemente en el hall de entrada, de tal forma que resulte sencilla su localización. Además, se colocarán carteles informativos sobre los pasos que se deben seguir para sacarlos del armario y ponerlos en funcionamiento.

En la actualidad, el Concello también dispone de un desfibrilador en la sede de la Policía Local en Sanfiz, así como otro en el cuartel de los bomberos en Garabolos y toda la plantilla de ambos cuerpos, así como el personal de Protección Civil están formados para su manejo.

En la ciudad también existen otros edificios públicos, además de los centros sanitarios o la sede Cruz Roja, donde hay disponibles desfibriladores, como el multiusos de la Xunta o el centro comercial As Termas. Asimismo, varias ambulancias del 061 en la capital tienen estos equipos, así como otra de la Cruz Roja que suele ser solicitada por el Concello para prestar asistencia en los conciertos de San Froilán, actuaciones del Arde Lucus o en pruebas deportivas como el Corre con Nós.

El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación a una persona que ha sufrido un paro cardiaco repentino es de un máximo de 5 minutos. En Europa, el paro cardiaco es una de las primeras causas de mortalidad y, en España, se dan más 40.000 por año. Tras un infarto, el índice de salvación se sitúa en España en un 4% mientras en Estados Unidos es ya de un 50% gracias a la implantación masiva de desfibriladores.

Comentarios