"Pedí reducción de jornada para cuidar a mi hijo y la empresa me despidió", denuncia un lucense

La compañía le quitó la reducción de horas que pidió para poder ejercer la custodia compartida del niño y la jueza obligó a devolvérsela. Finalmente lo echaron y el juez declaró despido nulo, aunque la sentencia aún no es firme
Juzgados de Lugo. ARCHIVO
photo_camera El afectado ha presentado varias denuncias en los juzgados de Lugo. ARCHIVO

"Pedí una reducción de jornada para poder cuidar a mi hijo y la empresa no paró hasta despedirme. No quieren que los empleados concilien, y menos si eres hombre". Así de indignado cuenta su caso un padre lucense que lleva meses denunciando el "acoso" al que supuestamente se vio sometido en su puesto de trabajo desde que litigó con la empresa.

El hombre —vigilante de seguridad a sueldo en una de las grandes empresas del sector— solicitó una reducción de jornada en 2015 para tener disponibilidad horaria y poder ejercer la custodia compartida de su hijo menor. La empresa se la concedió, pero en julio de 2018 se la retiró. "No me avisaron previamente, ni de palabra ni por escrito, simplemente colgaron el cuadrante del mes con mi turno completo y no me dieron más explicaciones", explicó. El hombre acató el nuevo horario, pero acudió al juzgado de lo Social número 1 de Lugo y denunció el caso.

"A partir de ese momento comenzaron los problemas con la empresa y mi vida se convirtió en un auténtico calvario. No me entregaban las nóminas, no me pagaban las horas extra, me imponían las vacaciones... Tuve que denunciar por todo; en el juzgado, en la Inspección de Trabajo e incluso en la Policía Nacional, ya que ni tan siquiera querían entregarme mi cartilla profesional. Fue un acoso permanente", asegura.

"A muchas empresas todavía les molesta la conciliación, y mucho más si eres hombre. A mí me hicieron la vida imposible", dice el afectado

Finalmente, el pasado mes de junio, la jueza concluyó que la empresa Prosegur modificó el horario y la jornada diaria del trabajador "sin justificación ni notificación alguna", por lo que obligó a la firma "a reponerle en las anteriores condiciones de trabajo que regían antes de producirse dicha modificación". Además, condenó a la compañía a indemnizar al hombre en la cantidad de 3.500 euros por daños morales, "dada la gravedad de la conducta del empresario, que incide directamente en el ejercicio de un derecho fundamental del actor, como es el cuidado de su hijo menor, en función del cual tenía reconocida la reducción de jornada".

Tras recibir la sentencia, el trabajador manifestó su intención de recurrirla, ya que solicitaba 30.000 euros por daños morales, pero la empresa se puso en contacto con él para llegar a un pacto. Finalmente, el 5 de julio, las partes firmaron un acuerdo y fijaron una indemnización de 4.100 euros. Además, recogieron por escrito la jornada laboral del hombre, "con una reducción de jornada del 15% por guarda legal de hijo menor de 12 años, en turno fijo de mañana y con una secuencia de cinco mañanas y cuatro días libres, y así sucesivamente".

El hombre se incorporó a su puesto de trabajo con el horario reducido, pensando que había ganado la batalla, pero 14 días después, la empresa lo echó a la calle. En la carta de despido, argumentó que había decidido prescindir de los servicios del trabajador "por causas objetivas de naturaleza productiva y organizativa". La compañía recogió además en la comunicación que "el hecho de que tenga reconocida una reducción de jornada por guarda legal es una circunstancia que no le otorga preferencia de clase alguna".

"Alegaron despido por causas objetivas y el juez lo acaba de declarar nulo, pero imagino que la empresa recurrirá el fallo", señala

El trabajador, sin embargo, sigue pleiteando porque cree que el despido es una represalia por querer conciliar. "Me echaron porque no querían acatar la sentencia. Solo me despidieron a mí, cuando hay trabajo y mis compañeros tienen que hacer horas extra. Al principio, a la empresa le convenía mi reducción de jornada, porque en ese momento organizaban bien los demás turnos, pero cuando dejó de interesarles me la quitaron y comenzaron a hacerme la vida imposible. Es increíble que una empresa grande, que presume de tener un plan de igualdad, haga estas cosas", dice.

El hombre acudió de nuevo a los tribunales y denunció a la empresa. "Solicité que lo consideraran despido nulo por vulneración de derechos. Intentaron por todos los medios que me cansara y que dejara de litigar, pero nunca pensé en rendirme porque lo que estaba en juego era el interés de mi hijo. Mi reducción de jornada estaba vinculada a la custodia compartida del niño. Tuve suerte porque mi exmujer lo entendió y nos fuimos adaptando según nuestra disponibilidad, pero en otra situación, ya habría perdido la custodia", afirma.

El denunciante asegura que los litigios con la empresa afectaron incluso a su salud. De hecho, el informe del servicio de psiquiatría del Hula recoge que el hombre padece "un trastorno depresivo ansioso relacionado con un conflicto laboral, que afecta a su esfera emocional y personal".

El pasado viernes, día 5, este lucense recibió la resolución judicial que declara "nulo" su despido. "Me tienen que readmitir, pero la sentencia aún no es firme e imagino que la empresa la recurrirá. Y yo también voy a estudiar la posibilidad de denunciarlos por vía Penal. Estas cosas hay que denunciarlas, en el juzgado y públicamente", concluye el hombre, que no ve aún el fin de la batalla.