Como si estuviesen jugando al gato y al ratón, tres okupas intentaron otra vez, en la madrugada de este jueves, colarse en la casa que habían allanado en la Rúa do Vento, en el barrio de Albeiros. Pero los disuadió una patrulla vecinal, que además alertó a la Policía Nacional, que desplazó a varias dotaciones al lugar.
"No se salieron con la suya", afirmaba un portavoz de los vecinos, Pablo Bargados, que aseguraba que estas tres personas también intentaron acceder sin éxito a la vivienda de unos familiares suyos.
Pese a esa escaramuza, Pablo Bargados considera que la marcha de las familias del inmueble de la Rúa do Vento el pasado miércoles ha sido "el final de la pesadilla". Nada más irse un grupo de vecinos echó una mano a los propietarios para atrancar puertas y ventanas con el fin de evitar futuras okupaciones.
Las "12 o 15 personas" que entraban el pasado fin de semana en esta casa se marchaban el miércoles por la presión ejercida por los vecinos, que montaron patrullas nocturnas, requirieron la presencia policial y convocaron movilizaciones, entre otras acciones.
Tras la marcha de los okupas, los vecinos celebraban el pasado miércoles una concentración para expresar su agradecimiento a los colectivos que les apoyaron. Como al acto acudieron representantes políticos, aprovecharon también para solicitarles la adopción de medidas.
Las acciones de los vecinos de Albeiros no se quedarán ahí. Tienen previsto llevar a cabo una recogida de firmas para exigir un cambio en la legislación para que, según explicaba Pablo Bargados, las fuerzas de seguridad puedan actuar para llevar a cabo un desalojo exprés.
