La movilidad urbana es uno de los conceptos que más han cambiado en los últimos años. La pandemia ha multiplicado el número de personas que han decidido dar un giro a su manera de desplazarse, especialmente a la hora de realizar trayectos rutinarios.
Aunque no todos los usuarios acatan el reglamento de tráfico ni conducen vehículos homologados por la DGT. Convierten las vías urbanas en réplicas a pequeña escala de los circuitos de velocidad.
Así las cosas, agentes de la Policía Local de Lugo detectaron el pasado miércoles al usuario de un patinete eléctrico que circulaba a 63 kilómetros por hora por la Ronda do Carme. Superaba los 25 kilómetros por hora establecidos como máximo para los vehículos de movilidad personal (VMP).
El patinete en el que viajaba el infractor no estaba dentro de esta clasificación. No reunía las características para ser considerado como VMP, aunque su apariencia resultaba muy semejante.
No todos los VMP que se venden como patinetes lo son, y todavía son muchos los compradores que lo desconocen a la hora de adquirir un vehículo de este tipo.
Por ello, la norma establece que si pueden circular por encima de los 25 kilómetros por hora y tienen sillín, no son considerados como tal; son ciclomotores. En consecuencia, como cualquier vehículo, exige de permiso de conducir y de conducción.
Para tratar de acotar el descontrol y los problemas de seguridad vial que generan en entornos urbanos, la DGT publicó una instrucción transitoria que establece criterios básicos a los que se someten los vehículos de movilidad personal, y que los divide por categorías según sus características, permisos necesarios y velocidad máxima que alcanzan.
Este tipo vehículo se caracterizan por ser plataformas con una o dos ruedas y motor eléctrico que llegan a 25 kilómetros hora.
Así, dentro del tipo A se encuentran los hoverboards, los skateboards eléctricos, los patinetes eléctricos y los monociclos.
Los vehículos que están clasificados dentro del segmento B son unos tipos de patinetes eléctricos de mayor tamaño y peso. En su caso, se ubican los segways y los patinetes con asiento.
Incluyen suspensión delantera o trasera, frenos de disco o tambor. Capaces de ofrecer una autonomía real de entre 22 a 28 kilómetros, y admiten solo a una persona. Está permitido que circulen también en las mismas condiciones que los patinetes de tipo A, excepto en áreas peatonales, donde están prohibidos.
CATEGORÍA C. La categoría C englobaría a otros vehículos más potentes y podrán requerir tener contratado un seguro y matriculación. Como tal, son vehículos de mayor envergadura, por lo que su velocidad también es mayor.
Estos pueden superar los 25 kilómetros hora y alcanzar un peso de hasta 300 kilogramos debido a que cuentan con motores con potencias iguales o superiores a los 500 watios.
