Un lucense reconoció este jueves ante el juez del Penal número 2 de Lugo que golpeó varias veces la cabeza de su expareja contra un mueble y le propinó puñetazos y patadas en el estómago, hasta dejarla prácticamente sin respiración. A pesar de la brutalidad del ataque, las partes llegaron a un acuerdo y el acusado saldó la agresión con una condena de 57 días de trabajos en beneficio de la comunidad.
Los hechos, según explicó el fiscal, sucedieron sobre la una de la madrugada del 14 de mayo de 2016 en la vivienda en la que todavía convivían, a pesar de que dos meses antes habían roto como pareja, tras dos años de relación. El ministerio público recogió además en su escrito de acusación que, cuando sucedieron los hechos, el hombre se encontraba "en estado de embriaguez".
El fiscal pedía inicialmente un año de prisión, pero este jueves las partes llegaron a un acuerdo de conformidad.
