"A este paso tendremos que cerrar todos"

Cientos de ganaderos se sumaron este martes a la protesta en Lugo. Urgen soluciones ante la escalada de precios de la energía y los piensos
Un grupo de manifestantes. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un grupo de manifestantes. VICTORIA RODRÍGUEZ

Los transportistas no estuvieron solos en Lugo. A la protesta se sumaron masivamente los ganaderos, igualmente desbordados por la subida de costes.

El sector agrario está tan al borde del abismo que vio en la movilización de este martes una oportunidad para pedir soluciones. Y se mostraban solidarios con los camioneros pese a que para ellos el paro de los camiones es una amenaza.

Así, los tractores se sumaron a la marcha para advertir que hay muchas explotaciones que tienen los días contados si no se aprueben medidas urgentes. Es lo que advertía, por ejemplo, el lucense José Manuel Castro, que tiene en San Xoán do Campo una explotación con doscientas cabezas, 110 de ellas de ordeño. "Necesito 30 toneladas de pienso al mes y con la subida que viene ya no se va a poder pagar; a este paso tendremos que cerrar todos", advertía.

Con el mismo tono pesimista hablaba David Lozano, de Vilalba, quien contaba que se va a dar dos o tres meses de plazo para ver si la situación mejora algo y que, si no hay soluciones en ese plazo, cerrará su explotación.

Lozano tiene setenta vacas y cuenta que ya le han advertido de que la próxima entrega de pienso será más cara. "La tonelada va a subir por encima de los 500 euros", señalaba desolado por una escalada de precios que le ahoga. Relata que ha pasado de pagar unos 360 euros de luz a tener que afrontar una factura de mil euros y que también se triplicó el precio de los abonos, mientras que "la leche sube a cuentagotas".

Lozano se contaba este martes entre los más indignados y a la vez desolados por la falta de una respuesta rápida del Gobierno. No paraba de preguntarse para qué sirven los políticos y de repetir una predicción: "no van a parar hasta que cerremos todos y después tendrán que ir a buscar la leche a Francia o Alemania, pero entonces la van a tener al precio que vale".

La preocupación se dibujaba también en las caras de Begoña Espiñeira y Mónica Vázquez, de una sociedad agraria de transformación de Palas de Rei, que cuenta en estos momentos con 500 vacas, 250 de ellas en ordeño, por lo que producen al día unos 9.000 litros de leche.

Son muchos animales y mucha producción, lo que supone unos costes disparados, que no paran de subir y que les hacen temer que "el futuro es negro", en palabras de Mónica Vázquez.

Esa impresión de falta de horizontes les hizo sumarse a la movilización convocada este martes por un sector del que tienen una enorme dependencia. De hecho, el paro del transporte ya está causando pérdidas a muchos productores.

No es el caso aún de José Manuel Castro, David Lozano o Begoña Espiñeira y Mónica Vázquez, ya que todos ellos contaban este martes que, de momento, les están recogiendo la leche. La SAT de Palas de Rei, contaban, tuvo un problema puntual un día, pero han podido entregar casi toda la leche que producen. La subsistencia de los transportistas es vital para los ganaderos porque para ellos sería inviable llegar a distribuir toda su producción de leche. "Un día te puedes poner a repartir leche, pero de forma casi solidaria, pero eso no es viable, necesitamos ese servicio", resumía la palense Mónica Vázquez.

Claves. Igual que el sector es clave para recoger la producción de las ganaderías, los transportistas son claves para asegurar la llegada de piensos a las granjas. Es un problema que causa temor en el sector y varios de los ganaderos que este martes se manifestaban por Lugo o se concentraban en As Gándaras advertían que los distribuidores ya han empezado a racionar el reparto de alimentos con el fin de intentar garantizar que todo el mundo pueda recibir algo. "Ahora, si pides tres toneladas a lo mejor te traen una y media, para que haya para todo el mundo", contaba un ganadero.

Esa solución está permitiendo que el alimento llegue a todas las granjas y Lola Rábade, ganadera de Castro de Rei, confirmaba que ella es de las que de momento recibe pienso para su ganado y que recogen la leche de su explotación. "Pero la situación es mala para todos desde hace mucho y había que venir aquí a apoyar", decía.

Y junto a los ganaderos se concentraban comerciales que dependen del sector, como Marta Guzmán o Eva Agrafojo, que hablaban de la incertidumbre que supone para muchos negocios y profesionales la escalada de precios. El problema no es solo de los transportistas o de los ganaderos y como no haya soluciones para ellos el problema económico llegará a muchos más. El futuro no está claro, decían ambas profesionales, que compartían los chalecos con formato de esquelas que fueron una de las imágenes de la protesta.

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