Mari Luz Fernández y Manuel Méndez planificaron en su casa de Baralla durante el confinamiento que cuando lo permitiese la desescalada del estado de alarma recorrerían a pie de un tirón los cerca de 100 kilómetros de la Vía Künig entre Las Herrerías, en el municipio berciano de Vega de Valcarce, y Lugo.
Dicho y hecho. El pasado domingo 14 madrugaron más de la cuenta. Cargaron sus mochilas con lo imprescindible. Se ataron las botas. Y a las cinco menos veinte de la mañana partieron de la vecina localidad leonesa. Un poco más de 18 horas después, a las once de la noche, llegaban a la meta fijada en la capital lucense, al pie de la muralla romana, tras una media de más de cinco kilómetros por hora.
Con este reto personal esta pareja, que se convirtió en uno de los primeros peregrinos en recorrer la ruta, pretendía mostrar su apoyo a la iniciativa puesta en marcha para que la Vía Künig sea reconocida como camino oficial a Santiago de Compostela.
"No fue un camino fácil. Tuvieron momentos de bajón y de preguntarse para qué ese esfuerzo. Pero los superaron y continuaron adelante pisando fuerte las piedras del camino", afirman desde la Asociación Vía Künig, inmersa en una campaña para alcanzar ese logro público.
Antes de la declaración del estado de alarma, este colectivo, en colaboración con la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Lugo y los ayuntamientos lucenses que buscan el reconocimiento de la Vía Künig como camino oficial de Santiago, había organizado en cuatro etapas la ruta seguida por el monje alemán Hermman Künig desde Las Herrerías hasta la capital lucense. El 19 de enero se realizó la primera hasta As Nogais, pasando por Pedrafita do Cebreiro; el 2 de febrero hasta Baralla, tras un alto en Becerreá; el día 16 de ese mes O Corgo y el 1 de marzo Lugo. Queda el resto de camino hasta Santiago, que estaba planificado, pero que fue aplazado debido al confinamiento.
