Lo mejor de cada casa se paseó por Lugo. El desfile de ganado del San Froilán no incluyó este viernes muchos ejemplares, pero ninguno pasaba desapercibido y todos hicieron las delicias del numeroso público que se reunió en la zona peatonal de la Ronda, en Campo Castelo, Praza Maior o Bispo Aguirre.
Los mayores, más cercanos al mundo agrario, no perdían detalle del desfile y los más pequeños en muchas ocasiones no podían contener la emoción al ver en vivo y en directo una selección de animales sorprendentes.
Los ejemplares no eran solo llamativos. Eran la quintaesencia de la pureza de las razas autóctonas y desfilaban con exhibiendo orgullo de saberse excepcionales.
Era el caso de Toura y Corona, ejemplares de Rubia Galega que abrían el desfile, uncidas y tirando de un carro cargado de aperos. Bien podían con él. Toura pesó 1.600 kilos la última vez que se subió a una báscula y de eso han pasado seis años.
Procedían de la ganadería Morena, de San Mamede de Nodar, cuyos representantes decían que ya tenían ganas de poder volver a exhibir su ganado por las calles de Lugo.
Friol se impuso en la exhibición de ganado de Rubia Gallega y desfilaban ejemplares a cada cual más impresionante. De la localidad llegaba, por ejemplo, Navarro, que exhibía ufano sus 1.400 kilos. Las ganaderías Penín Puente o Buján estuvieron entre las que llamaron la atención.
Pero en el desfile hubo mucho más que ejemplares de Rubia Galega. De hecho, no hubo solo ganado y en el recorrido se colaron una decena de llamativos vehículos antiguos, incluido el Simca en el que se personaron en el acto Filomena y Pelúdez, que no podían faltar en un acto tan ligado al mundo rural.
A la lista de coches antiguos se sumaron minis, 600 u 850, entre otros. Y no faltaron tractores clasicos, como un llamativo Porsche o un reluciente modelo de 1947.
Procedentes del Museo de Locomoción Agraria de Láncara, que dirige Marcos Vázquez, los viejos tractores son exponente de un tiempo en que arrancó el proceso de modernización agraria que despierta la memoria de muchos, lo que ayudó a que despertaran gran interés entre el público.
Pero antes que los motores iban los animales, protagonistas principales de la cita. Entre ellos iba un llamativo ejemplar de Porco Celta o un vistoso carnero, de nombre Godofredo, llegado de Riotorto y que por momentos tenía que ser atado en corto por su propietario, Luis Fernández.
No faltaron las habituales aves y con unos vistosos ejemplares, además de varios polluelos, desfiló Sandra López, de Láncara, criadora de Galiña de Mos.
La exhibición fue rápida, sobre todo teniendo en cuenta la expectación de un público al que le gustaba aprovechar las paradas para ver de cerca a los animales y hablar con sus criadores. Pero, pese a la agilidad, el desfile se hizo sentir en el tráfico de la ciudad, con retenciones y autobuses que quedaron bloqueados.
Pero los problemas de tráfico son generales estos días por las restricciones impuestas por las fiestas. Y eso sí, la zona del desfile quedó en estado de revista tras la exhibición, ya que varios equipos de limpieza iban de coches escoba, barriendo y baldeando.
