¿Es César Mogo un paracaidista o la persona que el PSOE de Lugo necesita para tener influencia en Madrid? Depende a quien se pregunte. Su nombre saltó a la palestra hace apenas una semana, cuando desde el PSdeG se filtró que era su apuesta y la de Ferraz como candidato para el Senado, frente a la propuesta realizada por las bases del partido en la provincia, que se inclinaron porque repita el veterano Ricardo Varela. Esta opción contaría con el apoyo de la dirección provincial del partido, después de que, en los últimos meses, las asperezas de Varela con el secretario provincial, Álvaro Santos, se fueron limando.
Mogo es natural de O Valadouro y milita en la agrupación socialista de esta localidad, donde tiene casa y visita varias veces al año, pero su nombre no dice nada a muchos lucenses, incluidos algunos socialistas, y hay quien alude a su puesto de "funcionario" de Ferraz para restar valor a su candidatura. Efectivamente, lleva tres décadas trabajando para el PSOE en Madrid, a donde llegó para estudiar Ciencias Políticas en la Complutense, pero también desarrolló funciones en ejecutivos socialistas y con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno fue nombrado director de Asuntos Institucionales. Antes formó parte de su equipo asesor.
Mogo participó en los comités de campaña de Felipe González en 1993 y de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. Durante el gobierno de este fue jefe de gabinete del ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, y después ocupó la Secretaría de Estado de Inmigración y Administración Pública. Entre las funciones desarrolladas en su larga carrera en el PSOE figuran también la de asesor del grupo socialista en el Senado, donde ahora hay quien no descarta que incluso pudiera a llegar a ocupar la portavocía del partido en esta Cámara.
MIGRACIÓN. Mogo es un buen conocedor de política exterior, especialmente de asuntos migratorios. Participó en las negociaciones sobre inmigracion con Marruecos y trabajó en el convenio de la Seguridad Social para Iberoamérica, por ejemplo. Quienes han trabajado con él lo definen como una persona formada y prudente. Dicen, además, que es buen negociador y que mide bien los tiempos políticos. Como asesor del PSOE y del Ejecutivo, su firma estaba detrás de muchas intervenciones parlamentarias.
Se podría decir que, en parte, Mogo comparte algunas características con quien ahora es su rival. Si el mariñano lleva tres décadas de trabajo orgánico a nivel federal, Varela conoce muy bien la fontanería socialista en la provincia, de la que fue responsable. Quedó demostrado de nuevo en esta ocasión, en que consiguió ser el candidato al Senado más votado por la militancia, pese al desgaste que podría tener después de años en primera línea política. Varela fue secretario provincial, secretario de organización del PSdeG, conselleiro de Traballo y, desde 2011, senador.
Sobre la doble candidatura, en el partido hay distintas visiones. Hay quien cree que Varela ha cumplido y es hora de dar la oportunidad a otros compañeros y hay quien ve en Mogo un paracaidista y un serio riesgo de que, si su nombre es impuesto, la militancia se sienta ninguneada y no se implique en la campaña como cabría esperar cuando se aspira a obtener el segundo diputado.
No sería la primera vez que en el PSOE se da una situación así. Sucedió en 1993 con el juez Ventura Pérez Mariño, que encabezó como independiente la lista lucense del PSOE al Congreso. Acabaría renunciando tres años después, tras pedir la dimisión del presidente.
