El constante incremento de la conflictividad en Lugo está empezando a poner en aprietos a los defensores de las estadísticas oficiales, que año tras año señalan a esta provincia como una de las más seguras de España. En apenas dos días, la ciudad ha vivido varios episodios de una violencia alarmante, el último de ellos este lunes a media tarde en plena Praza Maior: dos pandillas de adolescentes se enfrentaron en la zona de juegos infantiles, llena de niños, y uno de ellos llegó a sacar una navaja, provocando el pánico entre las decenas de madres y padres que los vigilaban.
Fue a las seis de la tarde, en la zona de juegos y bancos que hay frente al templete. Con la Praza Maior repleta de gente y más de veinte niños de corta edad jugando en esa zona, dos pandillas de chavales se enfrentaron. Muchos de ellos eran menores, y había alguno que apenas superaba los diez años, según describieron a este diario testigos presenciales.
Se liaron a insultos, golpes y patadas, y en un momento dado uno de ellos sacó una navaja de considerables dimensiones
Se liaron a insultos, golpes y patadas, pero en un momento dado uno de ellos sacó una navaja de considerables dimensiones. Pese a ser agarrado por otros, mantuvo la navaja a la vista, amenazando a los de la pandilla rival y continuaron con los insultos y patadas.
Fue cuando sacó la navaja cuando los padres y madres entraron en pánico. Se alertaron a gritos y todos salieron a la carrera en busca de sus hijos para sacarlos de la zona de peligro, por lo que se vivieron momentos de auténtico pánico y de gran tensión. Varios llamaron a la Policía.
No obstante, antes de que llegaran los agentes (una patrulla de la Nacional y otra de la Local), la pandilla del que portaba la navaja ya se había ido, en dirección a Bispo Aguirre. La otra, más numerosa, siguió sentada en un banco, pero salió a la desbandada cuando escuchó las sirenas policiales. Parte de los chavales trataron de esconderse en la plazoleta que hay frente al Círculo, pero también huyeron cuando se presentaron los agentes. No obstante, fueron informados por los padres y otros testigos presenciales de por dónde huyeron y de sus descripciones.
La versión oficial de la Policía Nacional resultó ser otra: según informaron, ellos acudieron por la llamada de uno de los participantes en la pelea que quería denunciar que le habían roto un diente de un golpe. Como presunto autor de este hecho, fue identificado por parte de los agentes un chico menor de edad. Pese a que este diario recogió varios testimonios de personas que llamaron y alertaron de que uno tenía una navaja, oficialmente la Policía no tenía noticia al respecto.
La Policía informó de que había identificado a un menor por la pelea en la Praza Maior, acusado de romperle un diente a otro
