Aliad Ultreia no ha cerrado sus puertas y ha mantenido la atención a los usuarios en ese tiempo. Sin embargo, han tenido trabas con las personas en prisión: "No podíamos contactar ni siquiera por teléfono, solo a través del código postal. La atención se ralentizaba", lamentó.
Así, la pandemia ha modificado la forma de actuación de la entidad. Lo más destacado y la prioridad han sido las ayudas ante la emergencia de cubrir alimentos y necesidades básicas. "Con la pandemia muchas personas no llegaban a tener las necesidades básicas cubiertas. No tenían otro recurso al que acudir", dijo Manuel Diz. Es el caso de personas sin papeles y sin posibilidad de empadronarse en Lugo o de mujeres prostituidas o drogodependientes.
MEMORIA. La entidad hizo hincapié en las 949 personas atendidas el año pasado. Diz destacó que "se realizaron hasta 2.000 actuaciones, pues varias personas recibieron más de una y en diferentes ámbitos como el social o el jurídico".
Tuvo gran importancia la sensibilización, formación e incidencia social con "cambios de entornos que generan desigualdades". Con esta finalidad se realizaron numerosas charlas, debates, campañas y varias jornadas. El resultado fue de 20.000 visitas en redes sociales y de un millar de personas que participaron en las acciones.
Se centran en tres colectivos. Así, cerca de 200 personas con trastornos adictivos fueron atendidos con un programa de atención jurídico-social. Además se realizaron cuatro programas dirigidos a los reclusos o exreclusos. Entre ellos, uno de preparación a la libertad impartido en la prisión de Monterroso a 74 hombres. Luego, está el programa Paso a paso con proyectos individualizados de inclusión social. A mayores, aproximadamente 300 mujeres víctimas de violencia machista también tuvieron diferentes programas a su disposición.
Aliad aprovechó el acto de ayer para presentar un borrador de su nueva página web y su logo.