Estas fiestas están resultando "especiales", como asegura él, para el padre que ha respirado aliviado cuando un juzgado de Lugo acordó suspender la resolución de la Xunta que le obligaba a entregar a sus dos hijos, de 11 y 15 años de edad, para trasladarlos a un centro de acogida debido al "estrés" que supuestamente sufre al tener que cuidarlos solo.
"No podría disfrutar si no estuvieran, pero como no han podido quitármelos, tanto mi exmujer como yo estamos disfrutando de la Navidad con ellos", afirmó este miércoles Manuel Díaz.
Los dos niños pasaron la Nochebuena con su padre en su domicilio de la capital lucense y tenían previsto este miércoles ir a pasar unos días a casa de su madre, que ha rehecho su vida con otra pareja.
Además, se dio la coincidencia de que este miércoles cumplía 17 años la primogénita de la pareja, que está emancipaba. Vive en A Mariña, en donde compagina sus estudios con su trabajo. "Es una niña muy buena y que es muy madura", aseguró su padre. Manuel Díaz afirmó que le preocupa que sus dos hijos "estén tranquilos" después de "pasarlo muy mal" por la amenaza que pendía sobre ellos de separarlos de su padre.
Este padre precisó que "no está desbordado", sino que le "están desbordando"
Recordó que el menor de los hermanos "temblaba" el pasado jueves antes de que se celebrase la vista en la que la jueza acordó suspender la resolución de la administración autonómica.
La jueza sentenció que si los niños ingresaban en un centro de acogida supondría "un perjuicio irreparable". Apreció que los menores expresan "satisfacción en la convivencia con su padre y total rechazo a alejarse de él". Además, la magistrada apuntó que "cuentan con su madre, ya que existe un régimen flexible de visitas y una relación cordial entre los progenitores ".
HUIDA. Manuel Díaz explicó que su hijo de 15 años le llegó a plantear que huyesen "a Bruselas", como el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, según le dijo, para que no les pudiesen separar.
Este padre, que precisó que "no está desbordado", sino que le "están desbordando", considera que intentaron provocar que "perdiese los estribos" para justificar su medida cuando "de la noche a la mañana te dicen que te quedas sin los niños para que se vayan a un centro de acogida".
Recordó que debido a esta situación, que calificó como "una animalada ", perdió peso y no pudo ir a trabajar algún día debido a que estaba "atacado de los nervios".
