Padre e hijo serán condenados a 14 meses de prisión por vender tabaco de contrabando a bares

A otros tres acusados les impondrán 5 meses y un sexto es juzgado en la Audiencia Provincial al no aceptar el acuerdo con la Fiscalía
Edificio de los juzgados de Lugo. SEBAS SENANDE
photo_camera Edificio de los juzgados de Lugo. SEBAS SENANDE.

Padre e hijo, que se dedicaban a vender a tiendas 24 horas y bares de la capital lucense, Sarria y Castro de Ribeiras de Lea tabaco rubio de contrabando que importaban de Andorra y en menor medida de Málaga y que además trapicheaban con hachís, aceptarán cada uno una condena de 14 meses de prisión en total por ambos delitos.

La aplicación del atenuante de dilaciones indebidas, pues el caso se remonta a hace siete años, y el hecho de que trapicheasen con hachís, que no está calificada como una droga que causa grave daño a la salud, como sí sucede con la cocaína y la heroína, propició una sustancial rebaja de la petición del ministerio público, que inicialmente era de 9 años de cárcel para cada uno.

A otros tres acusados se les impondrá una pena de 9 meses de prisión a cada uno por un delito de contrabando.

Estos cinco procesados tendrán además que abonar una multa que va desde los 17.000 hasta los 65.000 euros.

Un sexto acusado no llegó a un acuerdo con la Fiscalía, por lo que arrancaba este jueves en la Audiencia Provincial de Lugo el juicio contra este, que se prolongará hasta el martes.

Como este procesado no la aceptó, la conformidad de los otros cinco, que ya no tuvieron que prestar este jueves declaración en el juicio, no será firme hasta que concluya la vista la próxima semana.

proveedores y clientes. La Fiscalía considera que antes de 2013 padre e hijo se dedicaban "de maneira habitual e como único medio de vida" al contrabando de tabaco en la provincia de Lugo, para lo que disponían de "varios provedores" y "unha ampla carteira de clientes, formada maioritariamente por negocios de hostalería".

Los dos principales acusados, que según el ministerio fiscal utilizaban "unha linguaxe velada" en su relación con proveedores, y clientes, almacenaban la mercancía ilegal "en locais afastados da súa actividade diaria e propiedade de terceiras persoas alleas ao contrabando".

Para evitar su responsabilidad penal solían transportar en cada viaje que realizaban a Andorra una cantidad de tabaco con un valor inferior a 15.000 euros. Además, según la acusación pública, con los beneficios que obtenían con el contrabando no adquirían bienes a su nombre, sino que lo hacían con cargo a familiares, para

eludir así que fuesen objeto de una investigación patrimonial.

La Guardia Civil detenía a padre e hijo, en julio de 2013, cuando circulaban por la autovía A-6 en un turismo, en cuyo maletero los agentes hallaron 250 cartones de tabaco rubio -2.500 cajetillas-, que carecían del correspondiente precinto de Tabacalera. Su valor total era de 11.320,25 euros.

A otros tres acusados los arrestó la benemérita en octubre de 2014 en dos controles establecidos en Portela de Valcarce (León) y Becerreá. Uno era interceptado cuando transportaba en una furgoneta alquilada unas 25.120 cajetillas, valoradas en 109.272 euros, y los otros dos ejercían labores de lanzadera y contravigilancia. Al sexto le decomisaron en tres ocasiones 1.951 paquetes, tasados en unos 8.465 euros.