"Fuera, vete de mi casa/ Suéltame las manos/No soy más que un niño/Con los pies descalzos". Los acordes de esta canción, Mi patio, emblema del último disco de Pablo López, desataron este sábado la locura en el Pazo de Feiras e Congresos de Lugo, una ciudad a la que llegó de la mano de O Son do Camiño.
Este ídolo musical, que a sus 34 años ha labrado una carrera firme y exitosa tras quedar segundo en la sexta edición de Operación Triunfo, despierta pasión con su pop melódico allí por donde pasa. Y Lugo, desde luego, no fue una excepción.
Sus seguidores cayeron rendidos a El patio, pero también puso los pelos como escarpias con El teléfono o Dos palabras, otros dos temas de su último disco Camino, fuego y libertad, en el que confiesa que hace "una reivindicación
de la honestidad".
Su música, su letras y su forma de ser hacen de Pablo López un artista al que sus fans rinden pleitesía y devoción, hasta el punto de hacer cola hasta cinco horas antes del inicio del concierto como ocurrió en Lugo. Todos tuvieron su recompensa, aunque el sonido no estuviese a su altura.