Otoño de flores y estorninos

El Concello empezó la plantación de 20.000 violetas y pensamientos y sigue con las labores de poda mientras se detecta la llegada de aves a los parques
Personal de Calfensa plantando flores este viernes en A Mosqueira. EP
photo_camera Personal de Calfensa plantando flores este viernes en A Mosqueira. EP

Con la llegada del otoño cambia el paisaje de la ciudad a todos los niveles, desde el ras de suelo hasta el cielo. Algunos son propios de la estación y otros cuentan con intervención para materializarse. Este último caso es el de los trabajos de reposición de plantas que hace el área de Medio Ambiente del Concello de Lugo.

En estos momentos se está haciendo una plantación de flores en diversos puntos de la ciudad de unas 20.000 unidades. Se trata de unas labores habituales tanto en otoño como en primavera, campañas en las que se colocan muchas nuevas plantas en jardines, parterres y distintas zonas verdes de distintos puntos de Lugo.

En este caso se están colocando, fundamentalmente, violetas y pensamientos. Ambas son especies adecuadas para esta época del año porque resisten bien la bajada de temperaturas y no precisan de tanto sol y luz como otras especies, por lo que se espera que aguanten lucidas los próximos meses.

Las brigadas estuvieron en la Praza Maior y en los próximos días pasarán por el entorno de A Mosqueira, San Fernando o Parque de Rosalía, entre otros puntos.

También se sigue adelante con la poda de árboles, que tiene como objetivo el posterior crecimiento sano de los mismos, pero que algunos consideran excesiva, abogando por una labor más moderada.

Estorninos en el parque de A Milagrosa-1. EP
Estorninos en el parque de A Milagrosa. EP

También han vuelto ya los estorninos, que por el momento resultan visibles sobre todo en el Parque de A Milagrosa y en el Rosalía de Castro. Las bandadas hacen las delicias de los aficionados a la contemplación de las murmuraciones, que es como se llaman los espectaculares movimientos que hacen en el aire y que recibe su nombre por el leve ruido que se escucha por el batir de las alas. Por otra parte, ponen a los vecinos de A Milagrosa y Rosalía en alerta por el ruido y la suciedad que dejan en aceras, mobiliario urbano y coches cuando se concentran en esas zonas.

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