Óscar Engroba: "Tenemos diseños de restaurantes en Shanghái, Kuwait y Miami"

El Leña Marbella, del cocinero tres estrellas Michelin Dani García, fue elegido a finales del año pasado como el restaurante más bonito del mundo. El director del proyecto fue este arquitecto lucense, que trabaja en los diseños de otros establecimientos en medio mundo.
El restaurante Leña Marbella, que diseñó el interiorista lucense Óscar Engroba. EP
photo_camera El restaurante Leña Marbella, que diseñó el interiorista lucense Óscar Engroba. EP

Este arquitecto, que se crió en el barrio de A Milagrosa, ha cobrado fama a raíz de que el restaurante Leña Marbella fue elegido como el más bonito del mundo en los Restaurant & Bar Design Awards, considerados los óscar del diseño de este tipo de establecimientos. Óscar Engroba (Lugo, 1985) cursó la titulación en la Universidad da Coruña. Después realizó un máster de interiorismo en la Escola Elisava de la Universitat Pompeu Fabra. Hizo sus primeros pinitos en la profesión en Londres y Marrakech (Marruecos), según cuenta, "por experiencia internacional, por mejorar el nivel de idiomas, porque era una buena manera de conocer otras culturas, otras maneras de entender el diseño…". Tras formar parte de varios estudios en Barcelona, en 2018 montó allí el suyo, Astet Studio, junto a su socio Ala Zureikat.

óscar¿Qué ha supuesto la distinción concedida a Leña Marbella?
Nos aporta credibilidad. Somos un estudio joven y este reconocimiento nos avala a la hora de defender una propuesta de diseño frente a un cliente. Este premio viene a decir que aunque somos jóvenes hacemos las cosas bien.

¿Cómo describiría este restaurante de diseño innovador? 
Es un steakhouse y con ese concepto y con el de la leña pretendíamos crear una idea de cómo se cocina la carne. A través del fuego, del corte de la madera… nos inspiramos para crear un elemento muy característico del restaurante, que es el techo, que recrea los nudos del tronco. Y también jugamos con el negro, que la gente piensa que es un color plano, sin matices, pero en este proyecto lo exploramos a través de texturas, colores, el carbón, las brasas… Unimos el fuego, el azabache y los nudos de la madera. Es todo muy orgánico y con espacios con experiencias diferentes. Nos dieron también el premio porque creo que la propuesta que planteamos es transgresora.

Apuesta por la sostenibilidad, un concepto tan de moda hoy en día.
Sí. La sostenibilidad no está reñida con un buen diseño. Es como lograr el equilibrio.

¿También será una buena tarjeta de presentación trabajar para Dani García, que suma tres estrellas Michelin en sus restaurantes?
Leña es el espacio donde estaba el antiguo restaurante tres estrellas Michelin, que perdió cuando decidió cerrarlo, por lo que teníamos esa presión de crear algo que estuviese a nivel. Y recientemente hicimos el Leña Madrid, que tiene dentro el Smoke Room que acaba de ser reconocido con dos estrellas. Es un cliente que nos permite trabajar en la libertad de concepto. Hay una presión, pero también una oportunidad para poder desarrollar ideas.

La sostenibilidad no está reñida con un buen diseño. Es como lograr el equilibrio.

¿No es su primera colaboración?
Participamos en Leña en Marbella, Leña en Madrid, Lobito de Mar también en Madrid y Bibo Beach House en Tarifa (Cádiz). Y ahora estamos haciendo tres proyectos más para él.

¿Dónde?
Solo podemos desvelar el de Lobito de Mar en Doha (Catar).

¿Qué otros proyectos tienen?
Tenemos proyectos relacionados con restauración en Shanghái, Kuwait, Miami…, pero no puedo decir nada más.

¿Todos internacionales?
Ahora trabajamos más en proyectos internacionales que nacionales porque tenemos la capacidad para abarcar este ámbito y el premio también nos ha abierto puertas a nivel internacional.

¿Por qué optó por el interiorismo?
Porque es la experiencia más cercana que tienes con un espacio. Al final la arquitectura te aleja en cierta manera de la escala del proyecto y en cambio el interiorismo te permite tener una relación mas intrínseca, más humana con el espacio…

Y especializado en restaurantes y hoteles.
Es un negocio que nos permite desarrollar una idea un poco más radical, más transgresora… y hacer algo diferente. En una vivienda tienes que lidiar con la personalidad de cada cliente porque es su casa. Al final en el estudio nos hemos especializado en restaurantes, hoteles, tiendas…, pero también hacemos viviendas residenciales.

El casco histórico de Lugo está evolucionando hacia donde deben ir las ciudades en el futuro, a ser más peatonales

¿Cómo ha capeado la crisis causada por la pandemia?
Por suerte a nosotros no nos ha afectado mucho porque teníamos ciertos proyectos, que eso sí se ralentizaron, pero no pararon. Yo creo que es un momento, en el que si todo va bien, va a haber un cambio porque la gente quiere disfrutar de la vida, poder ir a restaurantes, hoteles…. Habrá un auge de proyectos de interiorismo y de arquitectura.

¿Qué vínculo mantiene con Lugo?
Mis padres siguen viviendo en Lugo. Aunque no voy muy a menudo, estuve estas navidades.

Aunque es interiorista, no urbanista, ¿cómo ve la evolución de la ciudad?
Sobre todo el casco histórico creo que está evolucionando hacia donde deben ir las ciudades en el futuro, a ser más peatonales, con más espacios para las personas y menos para los vehículos, para poder disfrutar del entorno urbano, en vez de crear grandes avenidas. Es la tendencia correcta.

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