El exalcalde de Lugo, José López Orozco, afirmó este viernes que le ''llena de satisfacción y de ánimo'' el escrito del fiscal jefe, Roberto Brezmes, en el que refuerza los argumentos por los que fue archivada su causa en la pieza separada de la grúa de la operación Pokemon.
''Es el reconocimiento de la Justicia, una vez más, de mi inocencia'', dijo el que fuera regidor local de la capital lucense durante 16 años al aludir al escrito en el que la Fiscalía propone al juzgado que procese por esta pieza separada al exconcejal y expresidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, y a otros diez acusados.
López Orozco, que es muy activo en redes sociales, también aprovechó este viernes Twitter para ''dar las gracias a todas las personas que desde un principio confiaron'' en él.
El escrito del Sr. Fiscal-Jefe en una pieza que ya tengo archivada, me llena de satisfacción y de ánimo, porque es el reconocimiento de la Justicia, una vez más, de mi inocencia. Quiero aprovechar para dar las gracias a todas las personas que desde un principio confiaron en mi pic.twitter.com/xrMN8JCrZQ
— José López Orozco (@jlopezorozco) July 16, 2021
En ese escrito que remitió la semana pasada al juzgado de instrucción número 1 de Lugo, el fiscal jefe recordaba que el sobreseimiento de la causa al exalcalde no fue por ''ausencia de prueba de cargo sólida o de que los indicios en su contra sean insuficientes'', sino que se debió a que ''no ha aparecido ni una sola prueba de su implicación en la recepción de cantidades de dinero'' que procedían de la concesionaria de la grúa, la empresa Cechalva, ''ni de que conociera las irregularidades en la adjudicación del servicio de recogida de vehículos de la vía pública''.
También resaltó que a esa conclusión se llegó tras ''las exhaustivas investigaciones realizadas'' al que fuera regidor local.
A juicio del ministerio fiscal, las pesquisas permitieron corroborar que Cechalva dispuso de información privilegiada para obtener la concesión del servicio de recogida de vehículos de la vía pública y que después, en contraprestación, le abonó durante años 2.000 euros mensuales a Fernández Liñares y a su hombre de confianza, Javier Reguera, y que utilizaba facturas falsas que le facilitaban empresas para aumentar sus gastos con el fin de que el Concello le compensase más.