Orozco: "Intentei comportarme dentro dos parámetros da ética; a Xustiza falou"

El exalcalde compareció lleno de "xúbilo" tras casi siete años fuera de la política y después de diez desimputaciones, con las que sufrió pero que le hacen seguir confiando en el sistema
José López Orozco, en la sede del PSOE lucense. SEBAS SENANDE
photo_camera José López Orozco, en la sede del PSOE lucense. SEBAS SENANDE

José López Orozco (Foz, 1947), para muchos ciudadanos el "alcalde" de Lugo -en el papel fue entre 1999 y 2015- no tiene más objetivo político ahora que lograr que su nieto, de corta edad, sea alcalde de Valdoviño, donde reside y donde él lo cuida. "Vai por bo camiño, saúda e fala con todo o mundo", bromeó en su primera rueda de prensa desde que en 2015 diera un paso atrás, condición de Lugonovo y el BNG para dejar que el PSOE siguiera gobernando.

Porque su partido no le cortó la cabeza, aclaró después de que la actual secretaria de organización del PSOE de Lugo, Pilar García Porto, fuera interpelada sobre la responsabilidad de la formación en ese "dolorosísimo" paso atrás. "O verdadeiramente triste é que tivese que renunciar", dijo Porto. "Teño que dicir -añadió él- que o secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, e eu falamos longo e tendido, pero díxome que a decisión tiña que ser miña e que sería respectada sempre polo partido".

Casi dos lustros después y finalizado el "calvario" que sufrieron él, su familia y el partido, no prevé volver a la política institucional. La otra nunca la dejó. "Son un zoon politikón, pero teño 74 anos, estou nun momento de xúbilo e o único que quero é devolverlle á familia todo canto lle roubei", dijo. No obstante, agradeció "enormemente" al actual líder del partido en Lugo, José Tomé, que le hiciera presidente del comité de ética. Este lunes no pudo acompañarle.

Sobre ese vía crucis que comenzó "hai once anos menos uns días", cuando empezó a ser investigado, su única pregunta es "por qué". Asume que la jueza Pilar de Lara, que fue quien inició la macrocausa, no se la dará. Tras diez desimputaciones en otras tantas investigaciones que en lo que respecta a él acabaron archivadas, por distintos jueces, Orozco tiene claro que lo que hubo fue "unha causa inquisitorial". "E non son palabras miñas, están nun dos autos de arquivo", recalcó.

Recordó que todo comenzó con una "denuncia falsa" y que a De Lara "nada lle valeu" para no seguir adelante. No le valieron sus dos comparecencias voluntarias sin conocer el sumario y por tanto de qué se le acusaba, ni los informes sobre sus cuentas y de su familia que concluyeron que no había habido enriquecimiento, ni las tesis de los fiscales y la Audiencia, que no veían "indicios delictivos" sino "artificios xurídicos", ni el cierre de otros casos, como el de la fábrica de la luz y Artenosa.

Pero "a Xustiza", en quien sigue confiando, aseguró, "falou". "Intentei comportarme dentro dos parámetros da ética, do que ten que ser a política con maiúsculas", afirmó. Sobre el beneficio ilícito que la Justicia cree que una empresa, un funcionario y el exedil Francisco Fernández Liñares habrían obtenido por el contrato de la Ora (13,6 millones), aseguró que le resulta "totalmente incomprensible". "Dinlle 5.000 voltas e non o entendo. Si lle podo asegurar que do Concello, nin un só euro. Non sei de onde sae. Os funcionarios vixiaban as contas dun modo moi duro", concluyó.