La Ora en Lugo sigue anclada en 2015

La suspensión de la zona azul se estimó en ocho meses, pero la desregulación del aparcamiento sigue igual tras cuatro años
Una máquina de la Ora destrozada. SEBAS SENANDE
photo_camera Una máquina de la Ora destrozada. SEBAS SENANDE

A PARTIR DE CIERTAS horas del día, aparcar un vehículo en el entorno del casco histórico de Lugo y en determinadas zonas comerciales es una tarea imposible. Desde que hace cuatro años se suspendiera el sistema de la Ora gestionado por Doal por un acuerdo del gobierno local para cumplir una sentencia judicial que anulaba el concurso de adjudicación, la ciudad se ha convertido en una auténtica selva de coches.

Se trata de un problema encallado y las campañas de la Policía Local para reforzar el ánimo sancionador mitigan el caos de coches mal aparcados, pero el problema de la falta de plazas sigue ahí. De hecho, los colectivos que conforman el tejido social y económico de la ciudad creen absolutamente urgente recuperar un sistema, el que sea, que obligue a la rotación de vehículos estacionados.

"Se debe recuperar, de alguna manera, el aparcamiento regulado", asegura el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Lugo, Cheché Real. "Un sistema para que la gente mueva los coches y con el que no sea más fácil aparcar en superficie teniendo plaza de garaje, porque esto es algo que ocurre muchísimo en la ciudad". Para Real, las soluciones que el Ayuntamiento ha tratado de implantar a lo largo de estos años —aparcamientos disuasorios y la reciente instalación de sensores en las inmediaciones del parque de Rosalía que avisan de plazas libres— son meros "parches" que no han conseguido solucionar la problemática. "Debería recuperarse un sistema de pago. Lo ideal sería gratuito, pero carecemos de una buena educación vial. Si la gente tuviera conciencia no sería necesario, por eso creo que es mejor tocar el bolsillo a la gente, aunque sea un poco. Si la gente no tiene conciencia, hay que hacérsela tomar", sostiene el presidente de la Apehl.

"Parécenos francamente mal que se leve catro anos xa cunha situación que era de tránsito", apunta Valentín Arias, portavoz de la Unión de Asociacións de Veciños (Unave). "Lara Méndez chamou ás asociacións e tivemos varios xuntanzas para recuperar o sistema". En aquellas reuniones, según confirma, acordaron redimensionar la Ora "e tamén chegamos a acordos de rúas, suprimir unhas, incluir outras, pero nun pleno aprobouse que non se cobre pola Ora e esa foi unha das decisións chave"».

Desde ese momento, recuerda Arias, "pasaron moitas cousas no Concello". De gobernar en minoría sin posibilidad de alcanzar acuerdos "como é debido" a paliar la situación con "aparcamentos disuasorios que non son solución".

El portavoz de Unave apuesta por instalar una Ora gratuita "canto antes pero basándonos nun novo deseño de rúas, non tantas como antes, pero si zonas próximas ao centro nas que se facilite a rotación de vehículos, porque non somos donos do espazo público da cidade".

De esas reuniones con la alcaldesa también da cuenta el presidente de la Federación de Comercio, José María Seijas. "Parecía que aquello llevaba buen camino hasta que cayó en manos de los grupos políticos, que fue cuando comenzó a desmontarse todo. Y ahí seguimos", se lamenta.

Diversos colectivos de empresarios, comerciantes y hosteleros consideran "urgente" recuperar el control de vehículos

Seijas considera que es el momento de recuperar el sistema, "ahora que el gobierno local tiene mayoría suficiente para sacar adelante estas cosas" y propone un tipo de control como el que existe en Pontevedra.

"Con los adelantos de hoy no hace falta ni gente controlando. Con un solo coche que revise las matrículas es suficiente. Pero el problema es que se pongan de acuerdo los representantes y saquen adelante este y otros 40 problemas que tiene la ciudad. No hay disculpas ya".

PUESTOS DE TRABAJO. Eladio Romero, representante del la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo de UGT de Galicia, asegura que la ausencia de zona azul es "tremendamente perjudicial para la ciudad" no ya solo por el problema del aparcamiento, sino por la "importante pérdida de puestos de trabajo, tanto de los que custodiaban la zona azul, como de los negocios que vieron mermados sus ingresos".

Para Romero, la única solución posible pasa por volver a instalarla, recuperar a los trabajadores de la Ora —"están todos abandonados por la administración", dice— y "recuperar la vida" del pequeño comercio de la ciudad.

Tema estrella en campaña electoral
No podía ser de otra manera. La Ora centró gran parte del discurso de los partidos durante las últimas elecciones municipales. Todos aparentaron tener la solución definitiva y demostraron estar muy preocupados por desencallar la actual situación.

Ora gratis
El candidato del PP a la alcaldía, Ramón Carballo, fue uno de los que más insistió en recuperar la Ora. Propuso un sistema gratuito y que el tiempo de estacionamiento oscilara entre 30 minutos y 2 horas en función de la zona. 

"Con sentidiño"
Lugonovo planteó recuperar el sistema "con sentidiño", sen afán recaudatorio e que garantice a rotación de vehículos. Olga Louzao, de Ciudadanos, también apostó por una Ora gratuita limitada tanto en lugares como en horarios.

Smart City
Lara Méndez evitó pronunciarse sobre la Ora durante la campaña pero sí recordó que el programa de sensores Smart City tiene el fin de "descongestionar la ciudad".

 

Un Erte "sin fecha límite"
Doal anunció en 2016 que el Expediente de Regulación Temporal de Empleo carecía de "fecha límite". Un mes después, UGT reclamó al Ayuntamiento que asumiera a todos los trabajadores de la Ora, pero el gobierno local no se movió.

El TS XG no lo permitió
Los trabajadores llevaron el caso al juzgado de lo Social 2, que absolvió al Concello y a Doal. Tras un recurso, el TSXG confirmó la sentencia y desestimó la subrogación.

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