Oncología comenzará a aplicar inmunoterapia domiciliaria este año

Sergio Vázquez indicó, en una charla con motivo del aniversario del Hula, que se aspira a extenderlo en el futuro a la quimioterapia

Intevención del doctor Vázquez, frente a los doctores Rossi, Monte, Vázquez Caruncho y la enfermera Olga Roca. EP
photo_camera Intevención del doctor Vázquez, frente a los doctores Rossi, Monte, Vázquez Caruncho y la enfermera Olga Roca. EP

Oncología del Hula planea ofrecer algún tratamiento de inmunoterapia a domicilio este mismo año. Sergio Vázquez, explicó este miércoles —en el marco de la conferencia Unha misión, unha visión organizada con motivo del décimo aniversario del hospital— que ese es uno de los proyectos en los que trabaja el servicio que dirige. 

El objetivo es empezar ofreciendo un tipo de tratamiento inmunoterápico concreto y poder extenderlo a otros, hasta llegar a incluir también quimioterapia. 

En su intervención, el doctor Vázquez hizo un recorrido por la evolución del servicio de Oncología Médica en los últimos años, que se caracteriza por un gran crecimiento. Recordó, por ejemplo, que en 2013, eran 6 los facultativos especialistas y en 2019 ya eran el doble. En ese mismo período de tiempo, los comités de tumores pasaron de 5 a 12 en el Hula, que se convirtió en el hospital de la comunidad autónoma que tiene más en funcionamiento. 

La importancia de los comités de tumores radica en que suponen un abordaje multidisciplinar de cada caso. La manera en la que se va a tratar el cáncer de un paciente se decide en reuniones periódicas en las que participan representantes de todos los servicios implicados. Vázquez recordó la importancia de la colaboración entre servicios y que estos no se conviertan en "reinos de Taifas". 

En la ponencia también intervino el jefe de Radiología, Manuel Vázquez Caruncho, que repasó los cambios de su servicio y aludió a la que será una próxima incorporación de tecnología, un PET cuya adquisición fue anunciada el pasado martes por el presidente de la Xunta en su visita al Hula. 

El doctor Vázquez Caruncho recordó que, en la actualidad, un especialista de Medicina Nuclear del Hula viaja a Santiago una vez por semana para hacer las pruebas PET de los pacientes de Lugo. Unos 1.500 se trasladan cada año para una de ellas. 

El jefe de Radiología explicó que un médico nuclear de Lugo viaja cada semana a Santiago para hacer los PET de pacientes lucenses

También aludió al incremento de actividad y de técnicas que se fueron sumando en los últimos años. Destacó la gran demanda de la Radiología intervencionista y la extirpación por vía percutánea de tumores benignos de mama. Recordó que se podrían hacer también con los malignos y que, de hecho, a las mujeres que no pueden operarse se les ofrece una técnica de aplicación de nitrógeno líquido para necrosar el tumor. 

Por su parte, el jefe de Otorrinolaringología, Marcos Rossi, igualmente se refirió al sustancial aumento de actividad que vivió su servicio desde que abrió el Hula y que llegó a duplicar cirugías. En 2010, hacía 327 operaciones anuales, mientras que en 2019 eran ya 619. 

Aún más llamativo resulta el hecho de que, antes de la apertura del Hula, no se hacía ninguna cirugía mayor ambulatoria y, en la actualidad, en un año convencional prepandémico, un tercio de las intervenciones ya no requieren el ingreso del paciente. De hecho, Rossi recordó que la actividad quirúrgica ambulatoria es tan grande que se está haciendo evidente la necesidad de ampliar esa área de quirófanos. 

El director asistencial del área, Rafael Monte, encargado de presentar y moderar la charla, coincidió en esa necesidad. En su presentación, destacó la buena relación entre servicios como una de las claves que caracteriza el trabajo en el Hula y recordó que, en esta década, se han hecho más de 4,4 millones de consultas, dos tercios derivadas de Primaria.

Del vasito con pastillas y fumar en los pasillos a la trazabilidad y hospital sin papel
La mesa redonda de este miércoles tenía como objetivo recordar cómo la apertura del nuevo hospital ha contribuido a cambiar y ampliar la cartera de servicios. La supervisora de Calidad, Olga Roca Bergantiños, ofreció un repaso muy elocuente de la manera en la que la Enfermería trabaja ahora en comparación con lo que tenía que hacer en el Xeral-Calde. 

Así, recordó que la medicación de los pacientes ingresados consistía en un conjunto de vasitos, rotulados con el número de habitación y cama del paciente, que contenían la pastilla o jarabe que tenía que tomar. Es decir, que las enfermeras repartían una medicación sin saber realmente qué era. Lo comparó con esa misma labor en el Hula, donde se cuenta con un carrito con un portátil incorporado en el que informarse de la pauta de cada paciente, cuándo ha recibido la última toma y cualquier cuestión de medicación que deba conocerse. 

Admitió que estaba "abochornada" al recordar que los sanitarios recorrían hace lustros los pasillos del Xeral fumando y apagaban los cigarros en los baños de los pacientes, una costumbre superada que parece ahora marciana. 

Las enfermeras tenían entonces un diario dónde apuntaban las incidencias de los pacientes para informar a las compañeras de otro turno. Ahora cuentan con una historia enfermera y cada paciente cuenta con su plan de cuidados específico. 

También recordó los apuros que pasó intentando interpretar alguna prescripción de medicación realizada por un médico con letra complicada de entender, mientras que ahora el Hula es un hospital sin papeles donde esos problemas ya no se dan.

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