Los okupas vuelven a As Gándaras y llegan a A Chanca, cuarta zona afectada

La familia que ocupaba una casa da Virxe da Soidade se fue por la presión vecinal, pero antes tapió la vivienda y ahora regresó. Junto al río Rato, otro grupo se niega a dejar una propiedad

Casa de As Gándaras que vuelve a estar ocupada. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Casa de As Gándaras que vuelve a estar ocupada. VICTORIA RODRÍGUEZ

Dueños de viviendas situadas en cuatro barrios de la ciudad tienen en este momento propiedades allanadas, después de que los okupas regresaran a una de las casas de As Gándaras que habían abandonado en los últimos meses por la presión vecinal y de que otra familia entrara en una vivienda al lado del puente de A Chanca.

El fenómeno okupa se vive actualmente en A Milagrosa, en el barrio Feijóo, en As Gándaras y ahora también en A Chanca. No hay certeza de que no haya viviendas ocupadas ilegalmente en otros puntos de la ciudad propensas, por el deterioro y el abandono de su parque de viviendas, y que ya sufrieron este problema en algún momento, como A Residencia o Abella. Aunque en realidad nada asegura la protección porque también hubo propiedades ocupadas en la Ronda y en Fingoi.

O Xulgado non me deixou tapiar cando marcharon os okupas, porque tiña pendente unha orde de desaloxo, e volveron

La casa de As Gándaras que vuelve a estar ocupada es la 46 de Virxe do Soidade, al lado del colegio. Es una vivienda de una planta que lleva ocupada casi de forma continua desde hace unos tres años, según explica Prudencio González, uno de los vecinos implicados en la protección y la dinamización de un barrio que en los últimos años sufrió allanamientos de al menos ocho viviendas. Llegó a haber tres propiedades ocupadas a la vez, lo que dio lugar a que los vecinos iniciaran una serie de movilizaciones que pusieron el problema en el centro del debate público.

La presión vecinal y mediática, que incluso provocó la intervención de una empresa nacional especializada en desalojar a okupas, acabó provocando que la familia que vivía en esa casa de Virxe da Soidade la dejara durante unas semanas. Sin embargo, los vecinos estaban convencidos de que iban a volver y así sucedió el domingo pasado. "Esa casa é dos gitanos mentres eles queiran", afirma Prudencio con impotencia y resignación. La primera ocupación se produjo en 2017 y al año siguiente el juzgado de Pilar de Lara ordenó el desalojo, pero este nunca llegó a producirse por razones que Manuel Montero, que es uno de los cuatro herederos de la propiedad, nunca llegó a saber. "A xustiza non debeu ter tempo", lamenta. Asegura que "a impotencia é absoluta" porque, cuando hace unas semanas, la presión vecinal consiguió que los okupas se marcharan, consultó al juzgado y, según asegura, este le informó de que no podía tapiar la vivienda hasta que se ejecutara la sentencia.

Os okupas dixéronme que viñan doutra casa co aluguer ao día e que me alugaban a miña e non queren deixala

Manuel no pudo sellar la casa, pero, en el colmo del despropósito, lo hicieron parcialmente los propios okupas cuando se marcharon. Colocaron unas planchas metálicas que tapan casi la totalidad de las ventanas y el domingo regresaron y abrieron la puerta con la llave. Los vecinos alertaron a Manuel y este volvió a denunciar la situación ante la Policía Nacional el lunes.

ALQUILER. La casa allanada de A Chanca también es heredada. Llevaba un año vacía y, hace aproximadamente tres semanas, una familia la ocupó. Luis Lodeiro, uno de los actuales propietarios, acudió a hablar con los okupas, quienes le propusieron alquilarle la vivienda. Según explica, le aseguraron que venían de otra y que habían dejado el alquiler al día. "Vai ti saber! Non creo que fora así. A impresión é mala", afirma Luis, que lo que quiere es que la familia, que ya cambió la cerradura, abandone la casa y ya presentó una denuncia. "Imaxínese a situación. A casa tiña cousas e supoño que non deixarán nada".