Un día de tregua. Es todo lo que tuvieron los vecinos de Xulia Minguillón que llevaban meses denunciando los problemas que generaba la okupación de una casa situada en el cruce con la calle Yáñez Rebolo. Los okupas ya estaban este viernes de vuelta.
En la calle habían respirado con alivio el pasado miércoles, cuando una comisión judicial recorrió la ciudad desalojando viviendas okupadas. Entre las casas que formaban parte de la operación estaba la de Xulia Minguillón y los vecinos dieron por hecho que el problema se había dado por resuelto.
De hecho, cuando la comisión judicial llegó el miércoles a la casa allí no había ya nadie y los responsables del desalojo ni siquiera pudieron entrar en la vivienda, al no estar presente un cerrajero.
Pero el abandono fue muy puntual, ya que la casa vuelve a estar okupada y los residentes son los mismos que estaban allí antes de la orden de desalojo, aseguran los vecinos la zona, que temen que nuevamente se verán expuestos a meses de problemas por el comportamiento de los okupas.
Se temen que los okupas recurrieron a la estratagema de aparentar que ya habían dejado la casa para esquivar a los responsables de ejecutar los desalojos y que lo han logrado.
La casa, como la mayoría de las que están okupadas en Lugo, está en mal estado y el hecho de que siga habitada hace que se alejen las opciones de verla siquiera ligeramente arreglada.
Pero, además, las personas que se han asentado allí generan preocupación en el barrio. Así, hay vecinos que dicen que hay un continuo trasiego de gente por la casa que les hace sospechar que el edificio se pueda haber convertido también en un punto de tráfico de estupefacientes. Hablan además de suciedad y problemas de convivencia.
