Los okupas impiden el arreglo de una fuga de fecales al cerrar el edificio

La vivienda está en la Ronda da Muralla y el vertido afecta a un negocio colindante

Edificio de la Ronda, 37. J.VÁZQUEZ
photo_camera Edificio de la Ronda, 37. J.VÁZQUEZ

La presencia de okupas en una vivienda del edificio número 37 de la Ronda da Muralla, entre Montero Ríos y Pastor Díaz, está causando un grave problema no solo con los propietarios del piso sino también con los dueños de una tienda de manualidades, ubicada justo en la casa de al lado, que sufre, desde hace unos meses, las consecuencias de un vertido de aguas fecales procedentes del número 37.

Tan pronto como los dueños de este negocio, Manualidades Pepa, sufrieron los malos olores de la fuga de aguas residuales del edificio colindante, la gerente de la tienda, Pepa Rico, se puso en contacto con los propietarios de la casa, con el fin de que se arreglase cuanto antes el problema, que sufre día tras día.

"Esto es insufrible para nosotros, aparte de ser un problema de salud pública. No podemos estar conviviendo todos los días con estos olores, que nos afectan tanto a los que estamos aquí trabajando como a nuestros clientes y también a la gente que acude a nuestros cursillos. Esto tiene que arreglarse de una manera o de otra", insiste Pepa Rico, que puso el asunto en manos de la asesoría legal de su aseguradora.

ACCESO. La respuesta de los propietarios del edificio fue positiva. Desde el primer momento, se mostraron partidarios de resolver el problema y solucionar el vertido. Sin embargo, se encontraron con un escollo con el que aseguran que no contaban: la negativa, por parte de los okupas, a que los dueños legítimos de la casa accediesen a ella. "Nosotros no tenemos ningún problema en asumir el arreglo de estas deficiencias pero fuimos hasta allí y los okupas nos negaron el acceso. Somos dos los propietarios afectados y ni tan siquiera podemos entrar en el edificio para arreglar este problema que molesta a otra vecina. Tampoco la Policía Local pudo entrar cuando se disponía a hacer un atestado de lo que ocurría", explica uno de los propietarios.

Ante esta situación, los dueños del edificio decidieron llevar el asunto al juzgado y denunciar que los okupas les están impidiendo entrar en sus propiedades, lo que , a su vez, les impide asumir su responsabilidad para poder solventar el problema de las aguas fecales que van a parar al negocio vecino.

Hace ya unos tres meses que se está produciendo este vertido y, por el momento, todavía no se solucionó el problema dado que se está a la espera de una decisión judicial que obligue a los okupas a abrirle la puerta a los auténticos dueños del edificio.

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