La propietaria de una vivienda de Avenida da Coruña que la había alquilado a una familia rumana y llevaba sin cobrar el alquiler desde el pasado noviembre consiguió no solo que el grupo accediera por fin a abandonar la casa, sino que pudo comprobar que esta quedaba en buen estado, sin apenas desperfectos.
Esta lucense recibió por fin las llaves de su piso este jueves por la tarde, en compañía de Francisco Ojea, gerente de la empresa de desalojos Mi Casa no es la Tuya, contratada por la propietaria.
Fue este quien sostuvo que la familia "forma parte de un mafia rumana que ya nos hemos encontrado otra seis o siete veces en Lugo", y cuya práctica habitual, afirmó, consiste en dejar de pagar y reclamar dinero para abandonar la vivienda. En este caso, siempre según Ojea, "no se les ha pagado nada, se han ido voluntariamente". La explicación a esta decisión vendría dada porque "hemos estado viniendo mucho por aquí y les hemos molestado mucho hasta que han accedido a entregar las llaves".
Al parecer, esta familia firmó un contrato legal con la propietaria de la vivienda y pagaron durante unos meses, hasta que hace cinco dejaron de hacerlo. "Ellos querían negociar con la propietaria", comenta Ojea, "y llegaron incluso a ofrecerle un BMW de alta gama a cambio de quedarse con el piso". Este intercambio sería posible para ellos, prosigue, porque uno de los negocios a los que se dedican es la compra venta de vehículos usados, entre otros menos amparados por la legalidad.
Aunque cualquier caso puede entrar ahora en el saco de la okupación de viviendas, este en realidad no lo era porque existía un contrato previo. Ante la evidencia de que se estaba incumpliendo, la propietaria hubiera tenido que acudir a la jurisdicción civil para reclamar deuda y desalojo.
