Los okupas de Camiño Real no llevaban pienso a sus perros desde el pasado día 2

La Protectora tiene en cuarentena en su albergue a la pitbull y al perro de aguas rescatados el jueves por agentes mediambientales

Uno de los perros rescatados en Camiño Real. EP
photo_camera Uno de los perros rescatados en Camiño Real. EP

La última vez que los okupas del inmueble número 126 de Camiño Real les dejaron pienso a sus dos canes fue el pasado 2 de octubre. Entonces los inquilinos esparcieron la comida en la terraza en donde estaba atada en corto la pitbull y en la habitación en la que se halló encerrado al perro de aguas. Desde esa fecha no se ha vuelto a ver por la zona a la pareja que solía residir en la vivienda.

Los perros, que fueron rescatados el pasado jueves por agentes medioambientales, se encuentran en cuarentena en el albergue que la Protectora de Animales tiene en Muxa.

Su estado corporal no es tan penoso, según informaron desde esta entidad, como las condiciones de insalubridad en las que fueron hallados.

El rescate de los perros ha abierto la puerta al propietario del inmueble para recuperarlo, tras no lograrlo aún por vía judicial

La pitbull pasaba el día a la intemperie en la terraza, tanto si se registraban elevadas temperaturas como si caían trombas de agua, como la de la noche del sábado al domingo pasados. Estaba sujeta a una pared con una cadena metálica, que coartaba sus movimientos.

El perro de aguas, cuyos quejidos lastimeros se escuchaban desde la calle, estaba encerrado en una habitación, que desprendía un olor nauseabundo. Tenía el pienso tirado en el suelo, mezclado con sus heces y su orina. Este can, que tenía un microchip a nombre de uno de los okupas -cedido por otra persona- presenta un estado descuidado y precisará que lo rapen.

Esta intervención se produjo a raíz de que las diligencias judiciales abiertas por un delito de maltrato animal.

tapiado. Este inmueble de Camiño Real estuvo ocupado durante los últimos tres años por diferentes inquilinos, que han causado cuantiosos daños materiales.

El rescate de los perros puede suponer la puerta que abra a su propietario la posibilidad de recuperar el inmueble, debido a que por la vía judicial aún no la conseguido.

El jueves por la noche un albañil comenzó a tapiar la puerta de entrada al edificio para impedir que regresen los okupas que ya no residen permanentemente en él. Pero esa labor ha quedado a medias.

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