El okupa se enteró por Facebook de que Dani Esteve iba a desalojarlo

Dani Esteve afirmó que fue "coser y cantar" y que solo le llevó "cinco minutos" devolver a su propietaria la casa de As Gándaras que llevaba dos meses allanada

El dueño de Desokupa y el okupa. EP
photo_camera El dueño de Desokupa y el okupa. EP

"Fue coser y cantar", afirmaba Dani Esteve, dueño de Desokupa, tras rubricar este miércoles el acuerdo con la pareja que dejó libre la casa que tenía allanada desde hace dos meses en la Rúa Agro do Monte.

Le bastaron "cinco minutos", según dijo, para desocupar la vivienda. En este caso lo tuvo más fácil porque su antagonista, Marcos, era seguidor suyo en Facebook y cuando se enteró de que se iba a desplazar desde Barcelona a la capital lucense para intentar solucionar el problema, ya le adelantó que no iba a poner ningún impedimento.

Tras grabar en vídeo la firma del documento en el que la pareja aseguraba que dejaba "voluntariamente" la casa, el okupa le pidió a Dani Esteve que se hiciesen una foto juntos, a lo que este accedió. Ese vídeo, según explicó el empresario, le sirve además de prueba en caso de que lo denuncien por coacciones.

Por una intervención como la de este miércoles, Desokupa cobra 3.000 euros más Iva, más los gastos de desplazamiento y dietas

El dueño de Desokupa, que lleva más de 2.000 desalojos en los tres años que lleva funcionando su agencia —este fue el primero en Lugo—, se desplazó este miércoles al barrio de As Gándaras junto a otro corpulento desahuciador y a un abogado.

Este empresario, que precisó que prefiere "llegar a un acuerdo, ya que es una situación desagradable" tener que adoptar otras medidas, explicó que cuando los usurpadores no aceptan su oferta, pone a un vigilante de seguridad a la puerta de la casa para que les impida volver a entrar cuando salgan. Es lo que denomina control de acceso. El último recurso sería interponer una demanda civil.

Dani Esteve actuó gratuitamente en este caso de as Gándaras, si no su tarifa, que incluye asesoramiento legal, ascendería a 3.000 euros, más Iva, más gastos de desplazamiento y de manutención. Margarita Reguerasolo tuvo que abonar los 70 euros que le cobró el cerrajero.

El propietario de Desokupa quiso dejar claro, frente a los que ponen en entredicho su modo de actuar, que no le han impuesto ninguna condena y que fueron archivadas las 40 denuncias que le pusieron desde que puso en marcha su agencia hace tres años. También insistió en que su empresa es la líder del sector en España.

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