Una Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia en recuerdo a las víctimas del coronavirus

Méndez presentó el acto, en el que también se reconoció a los que lucharon contra el virus y una sociedad que supo permanecer confinada
Ofrenda del antiguo Reino de Galicia. ELISEO TRIGO
photo_camera Ofrenda del antiguo Reino de Galicia. ELISEO TRIGO

El recuerdo a las víctimas que han fallecido durante la pandemia y el reconocimiento a quienes lucharon en primera línea contra la covid-19 y a una sociedad que supo permanecer confinada para evitar la propagación del coronavirus marcaron este año la Ofrenda del Antigo Reino de Galicia al Santísimo en la catedral de Lugo.

En esta ocasión, la ofrenda, que se hace de forma rotatoria por parte de los alcaldes de las siete ciudades del Antigo Reino de Galicia, fue presentada por la regidora de Lugo, Lara Méndez, y contestada por el obispo de su Diócesis, Alfonso Carrasco Rouco.

La alcaldesa de Lugo comenzó su intervención recordando que es para ella “un honor dar voz a una Galicia inclusiva, diversa, plural y abierta a todos los idearios en este acto solemne, que a lo largo de sus 351 años de existencia, llega a condensar y a concertar imágenes, vivencias colectivas, valores y nociones que son identitarias para todas y todos los lucenses”.

En ese sentido, recordó también la singularidad de la propia catedral de Lugo por “el privilegio de mantener el Santísimo Sacramento permanentemente custodiado por una llama siempre encendida en el su altar mayor, lo que la hace única en el mundo. Patrimonio de la Humanidad junto con la Muralla romana” y el “Camiño Primitivo”, motivo “de orgullo para nuestra ciudad”.

Además, recordó que esta “ofrenda adquiere más valor por la excepcionalidad de la celebración, que evocaremos con el paso del tiempo por enmarcarse en momentos de gran tristeza, de luto y de dolor, así como de gran incertidumbre”, como consecuencia de una “pandemia, la de la covid-19, que deja tras de sí a millares de familiar huérfanas de sus seres queridos”.

Por ello, la regidora local afirmó que es "obligado un cariñoso recuerdo para las víctimas, sus familiares y amigos”, pero también el momento de tener “muy presentes a todas aquellas personas y colectivo que en esta crisis antepusieron la protección y el cuidado de los demás a sus legítimos miedos, trabajando sin descanso, dando lo mejor de sí y perdiendo, en muchos casos, su propia vida en el empeño”.

También recordó que los vecinos supieron “mostrar su cara más solidaria y fraternal, quedando en sus casas cuando fue necesario”, pero también “movilizando afectos, apoyando a los colectivos que luchaban en la primera línea, creando comunidades y tejiendo redes de resistencia. Demostraron ánimo y entereza a pesar del desconcierto de una situación pandémica, compleja y cambiante”.

Ahora, afirmó, llega “el desafío de la reconstrucción de nuestros espacios y economías, ya muy dañadas, pero también el reto de recomponer ilusiones y proyectos en tiempos de desaceleración e inquietud”.

"Celebramos un año más la Ofrenda del Reino de Galicia al Santísimo Sacramento, continuando así una tradición que alcanza ya los 351 años. Agradezco sus palabras a la señora oferente, alcaldesa de Lugo, que asumió esta responsabilidad en un año tan extraordinario como este 2020, en el que el mundo y también Galicia sufren las consecuencias de la pandemia provocada por el Covid19”, dijo el obispo de Lugo al comenzar su respuesta.

Recordó en su homilía que "un virus, una fuerza natural ciega" puso "en cuestión en un instante todos nuestros ritmos y formas de vida, nuestras relaciones con los demás y con nuestro entorno", por lo que cuestionó si "sencillamente mayor disciplina y organización de nuestras fuerzas” o la búsqueda de “secretos de una nueva armonía con la naturaleza" lo va a solucionar "todo".

En ese sentido, recordó que “los antiguos podían soñar sistemas” en los que “cada uno podía dejar atrás las limitaciones de la carne y alcanzar una vida divina”, mientras que en “nuestra época la esperanza del progreso sitúa siempre en el futuro el bien perfecto que deseamos”.

Por ello, precisó que “todos los esfuerzos son bienvenidos, todos los trabajos necesarios. Todas las colaboraciones son causa de alegría y aligeran el camino. Cada gesto cuenta, cada palabra de consuelo, cada momento de compañía. En estos días aprendemos de nuevo, a veces con dolor, que decisivo es dicir siempre: cada uno importa”.

“Que nada nos quite la esperanza, la fe del corazón, que celebramos ante el Santísimo una vez más. Que nuestros antepasados quisieron hace 351 años establecer esta Ofrenda del Reino de Galicia. Continuando esta tradición acudimos a esta catedral, para pedir hoy, en las urgencias que nos rodean y ante los trabajos que nos esperan, ser pueblo de corazones buenos y generosos”, concluyó.

Anualmente, el domingo siguiente al Corpus Christi tiene lugar en Lugo la Ofrenda del Antigo Reino de Galicia al Santísimo, un acto institucional y religioso en el que participan los mandatarios de las antiguas capitales del Reino de Galicia: A Coruña, Lugo, Ourense, Santiago de Compostela, Mondoñedo, Betanzos y Tui.

Con la ofrenda y la posterior procesión por la ciudad, cumplen con el voto solemne que hicieron en 1669, ante las dificultades económicas de la catedral de Lugo, de dotarla de una renta anual con la que iluminar el Altar Mayor.

Desde 1925 hasta nuestros días el rito de la Ofrenda se celebra del mismo modo, en una misa solemne en la que participan por turnos rotatorios anuales los representantes municipales de las siete ciudades.

Además, entre las tradiciones litúrgicas, el grupo tradicional lucense Os Xilgaros de Lugo interpreta la Marcha Solemne del Antiguo Reino de Galicia con gaitas en tres tonalidades y percusión. Se trata de una tradición ligada a la catedral de Lugo, un bien incluido singularmente en la declaración de los Caminos de Santiago del Norte de España, Patrimonio de la Humanidad desde el año 2015, por "sus extraordinarios valores artísticos, históricos y culturales, que mantiene el privilegio papal de la exhibición permanente del Santísimo Sacramento", recuerda la Consellería de Cultura.

A instancias del Obispado de Lugo, la Xunta de Galicia ha comunicado el inicio de los trámites para promover la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento, toda vez que se trata “de una tradición con una acreditada historicidad que destaca la función del patrimonio cultural inmaterial en la sociedad como elemento de carácter identitario” para la propia Comunidad Autónoma.

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