La ocupación de casas genera "alarma social" entre los vecinos del barrio Feijoo

Los vecinos están recogiendo firmas para solicitar al Ayuntamiento de Lugo que adopte medidas para poner freno a esta situación ►Mientras, el problema se enquista en Camiño Real, que es el epicentro del allanamiento de viviendas en la zona de A Milagrosa

Buzón de una casa okupa
photo_camera Buzón instalado por un okupa en Camiño Real.

Los vecinos del barrio Feijoo han pasado de las palabras a los hechos. Así, han iniciado una campaña de recogida de firmas para exigir al Concello de Lugo que adopte medidas con el fin de que le pare los pies a los que allanan viviendas, debido a que este problema, según aseguran los promotores de esta iniciativa, "está generando alarma social" en la zona.

Los afectados se han puesto manos a la obra después de que en lo que va de año los okupas hayan entrado en al menos dos viviendas de la calle Juana Ibarbourou, que constan de planta baja y primera.

En ese escrito de recogida de apoyos, advierten al Ayuntamiento de que esta es "una situación muy preocupante que atenta contra el derecho a la propiedad, reconocido en la Constitución Española".

Las quejas se centran también en las molestias que causan esos inquilinos no deseados, sobre todo por las noches. En una de esas viviendas dicen que reside más de una docena de personas.

La medida que está siendo más eficaz y ágil para poner coto a los okupas en la capital lucense, ya que la vía judicial se suele retrasar más de lo deseado, es que los propietarios de casas que están vacías echen mano de ladrillos y cemento para tapiar sus puertas y ventanas.

ausencia. Eso es lo que hicieron los dueños de una vivienda del barrio Feijoo. Solo que la medida la tuvieron que tomar a posteriori. Hace un mes se encontraron con la sorpresa de que una familia de etnia gitana había entrado a vivir sin su consentimiento en un inmueble de su propiedad.

Los afectados llevaron a cabo una labor de seguimiento de los okupas y aprovecharon un día que sus improvisados inquilinos no estaban en casa para tapiar la puerta de entrada. De esa forma tan expeditiva pusieron remedio a una situación que les estaba produciendo más de un quebradero de cabeza.

A pocos metros de distancia del barrio Feijoo, en Camiño Real, que se ha convertido en el epicentro del allanamiento de viviendas en la zona de A Milagrosa, el problema sigue enquistado.

POR PARTIDA DOBLE. Incluso hay quienes tienen ocupado más de un inmueble a la vez. Es el caso de los dueños de la perra Catalina, conocidos a raíz de que la jueza Pilar de Lara les quitase la guardia y custodia del animal y dictase contra ellos una orden de alejamiento de este tras caerse a la calle desde una ventana de la segunda planta.

Los dueños del can tienen ocupada una casa en la calle Juana Ibarbourou. Pero también mantienen su apego a otra que allanaron en Camiño Real, de hecho cambiaron la caja de vino que hace funciones de buzón postal.

Hay vecinos que han visto a los okupas de este inmueble de A Milagrosa quitar y poner un candado en la puerta de entrada.

En este populoso barrio los dueños de casas vacías han ideado alternativas al tapiado de puertas y ventanas para intentar no ser una víctima más de esos allanamientos.

Propietarios de esta zona optan por colgar ropa en tendales que dan a la calle y por abrir y cerrar varios días a la semana contras y ventanas para dar la impresión de que la vivienda tiene inquilinos y disuadir así a los okupas.

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