Galicia inicia la cuenta atrás para el estreno del Ave a la vez que en Lugo empiezan las obras de mejora de la línea férrea con Ourense, claves para mejorar la conexión con la alta velocidad.
Las obras, que van a motivar que este fin de semana se corte la línea férrea, se centran en este momento en la electrificación de la vía entre Lugo y Ourense y en la construcción del nuevo túnel de Oural, que se pretende tener listo en 2024.
Los trabajos de electrificación, que son los que motivarán que este sábado y domingo los viajeros tengan que hacer por carretera el trayecto entre Lugo y Monforte, se realizan en este momento a lo largo de todo el trayecto.
Se están llevando a cabo obras de adecuación de la infraestructura para la electrificación, ya que sobre todo en estructuras como túneles, puentes y pasos hay que hacer ensanchamientos para dar cabida a las redes eléctricas.
Ese proceso de electrificación es un salto trascendental en la avejentada línea férrea lucense y Adif contrató los trabajos el pasado septiembre por 17,2 millones.
La obra de electrificación, que tiene un plazo de 18 meses y abarcará un tramo de unos 73 kilómetros, permitirá que los trenes puedan alcanzar una velocidad de hasta 200 kilómetros entre Monforte y Lugo.
En cuanto a la segunda intervención de calado en estos momentos en la línea, la construcción del nuevo túnel de Oural, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) inició recientemente las obras. Los trabajos se centran en la actualidad en la construcción de los emboquilles (las bocas) de entrada al subterráneo y los accesos a esta estructura, en la que el Gobierno central invierte más de 50 millones.
Se trata de construir un túnel completamente nuevo, que sustituirá al que está en servicio y cuya estructura hacía inviable un plan de renovación.
Esa inversión comprende también la renovación de vía y aparatos en las estaciones del trayecto
Adif también adjudicó este verano una tercera pata de las obras de renovación de la vía ferroviaria entre Monforte y Lugo por más de 30,3 millones de euros, financiados por el programa NextGeneration de la Unión Europea. El contrato incluye la sustitución de balasto, traviesas, carril, desvíos y pasos sobre vía (para tráfico rodado y peatonal) en unos 71 kilómetros del trayecto.
Una de las obras que incluye ese proyecto es la renovación de las traviesas. En lugar de las actuales, se colocarán otras de hormigón monobloque.
Esa inversión comprende también la renovación de vía y aparatos en las estaciones del trayecto, en las que se reemplazarán los aparatos de vía actuales por aparatos más avanzados.
Las obras forman parte del programa de inversión de entorno a 546 millones de euros para mejorar la red hasta Ourense, el tramo de la línea férrea de la provincia en la que se centran en este momento las inversiones.
Entre las actuaciones ya contratadas figuran también algunas de mejora de túneles, puentes o estructuras de la vía.
El horizonte es que antes de mediados de la década Lugo quede mejor conectada con la red de alta velocidad en Ourense, si bien de los planes iniciales del Gobierno se cayeron obras como las de las variantes de Canabal y Os Peares, que años antes se consideraban claves para mejorar la red.
Y es que la electrificación, con suponer un salto de gigante, no es el factor decisivo para la velocidad. La clave son las condiciones del trazado. Cuantas menos curvas o pendientes, mayor velocidad pueden alcanzar los trenes.
Con las obras en marcha, con todo, se estima que los lucenses ganarán hasta una hora en la conexión ferroviaria, lo que permitiría ganar eficacia al transporte. Con la llegada del Ave a Ourense, el tiempo de viaje ya se reducirá también para los lucenses, aunque serán los que sigan tardando más en llegar a Madrid.
El túnel de Oural, un proyecto que permite mejorar la seguridad en la línea ferroviaria
La construcción del túnel de Oural fue adjudicada en mayo a Ferrovial Construcción por 50,7 millones, a los que hay que sumar 802.000 del suministro, transporte y descarga de las traviesas. El proyecto tiene un plazo de 30 meses, por lo que debería estar finalizada a principios de 2024.
El túnel, con una longitud de 1,85 kilómetros, será paralelo al actual. Desde Adif optaron por construir uno nuevo porque el existente no permite, con pequeñas actuaciones, albergar todos los elementos necesarios para dar cumplimento a las normativas vigentes, así como a los actuales requisitos de gálibo, interoperabilidad y seguridad en la circulación. El existente se mantendrá, aunque como galería de emergencia.
El nuevo subterráneo tendrá una sección de 52 metros cuadrados en vía única. Para construirlo se actuará desde los dos frentes de excavación para minimizar los plazos de ejecución de la obra. El montaje de la vía férrea se efectuará "en placa" en el interior del túnel y parte del exterior, con pasos biviales para el acceso de vehículos de emergencias o mantenimiento.
La infraestructura tendrá catenaria y sistemas de señalizaciones, de comunicaciones adaptados a la nueva solución proyectada, de ventilación y de protección civil. También contará con instalaciones de telecomunicaciones y dos zonas de instalaciones auxiliares, una en cada boca.
Para comunicar el nuevo túnel con el actual se construirán tres galerías transversales de evacuación y tendrán una distancia máxima de 500 metros entre una y otra. La sección de galería central será apta para vehículos y las laterales serán únicamente de tipo peatonal. En el subterráneo existente se llevarán a cabo obras para adecuarlo como galería de emergencia.
