Los nuevos medicamentos biológicos revolucionan el tratamiento del asma grave

Un total de 25 lucenses ya reciben los innovadores fármacos, que podría beneficiar a entre 200 y 300 pacientes en toda la comunidad ▶ Un análisis de esputo predecirá a qué enfermos les será eficaz. Neumología del Hula liderará la red gallega de unidades de asma

Análisis del esputo. EP (asma)
photo_camera Análisis del esputo. EP

La mayoría de nuevos medicamentos que se incorporan al mercado ofrecen una levísima mejoría con respecto a los ya existentes. A veces, ni eso; tan solo permiten ser aplicados a un perfil diferente de paciente. Pero, muy excepcionalmente, aparecen fármacos que suponen un cambio sustancial para los enfermos que los reciben. Los nuevos monoclonales para el asma grave pertenecen a este grupo. "Hay pacientes que han recuperado un litro de capacidad pulmonar. La verdad es que a algunos les cambia la vida", reconoce Luis Pérez de Llano, jefe de Neumología del Hula y responsable de una unidad de asma grave experta, según la clasificación que hace la Sociedad Española de Neumología.

Hay tres nuevos fármacos biológicos y la forma más segura de predecir a quién le van a resultar efectivos y cuál le conviene más es con un análisis celular del esputo. En concreto, se buscan los eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco cuyo recuento da información al especialista sobre el grado de inflamación del paciente y a qué medicamento responderá mejor.

Sin embargo, y pese a que es el análisis más certero para seleccionar candidatos a recibir monoclonales, apenas se hace. "Es una prueba muy laboriosa, en la que el patólogo debe contar las células manualmente", explica el doctor Pérez de Llano. Además de larga y trabajosa, no resulta sencilla de interpretar.

Un especialista se formará en Canadá para poder hacer las pruebas y formar a su vez a sus colegas

El jefe de Neumología del Hula será el encargado de coordinar una red gallega de unidades de asma grave, que pretende garantizar que todos los pacientes con este problema reciben una asistencia homogénea y el tratamiento más adecuado. Este mes un especialista que acaba de terminar la residencia en un centro gallego se encuentra con una beca en la Universidad McMaster de Canadá para aprender a analizar con precisión el esputo a nivel celular.

A su regreso rotará por todas las unidades de la red gallega haciendo estas pruebas a los pacientes con diagnóstico de asma grave, que son aquellos para los que la enfermedad no se puede controlar bien aún recibiendo el tratamiento convencional a dosis máximas.

Además, enseñará a otros especialistas a hacer las pruebas para que en el futuro se haga en todas las unidades gallegas, que serán al menos una por área sanitaria y con diferentes grados de complejidad.

El análisis celular del esputo es tan laborioso que es imposible que los patólogos asuman todas esas pruebas

Esta es la mejor forma que encontraron los neumólogos de tener acceso a una prueba que consideran clave, pero que resulta tan laboriosa que no puede ser asumida con normalidad por el servicio de Patología del hospital. "Los patólogos harían dos en una mañana y tienen mucha carga de trabajo como para poder asumirlas", apunta Pérez de Llano.

Por el momento son 25 los pacientes del Hula que reciben los tratamientos monoclonales. Son enfermos a los que el tratamiento convencional o no les controlaba las exacerbaciones o empezaba a perder efectividad. Muchos sufrían, además, importantes efectos secundarios de la medicación. "Los corticoides pueden producir a largo plazo efectos secundarios como osteoporosis, hipertensión o aumento de peso", recuerda el especialista. Para muchos, además de padecer algunas o varias de esas consecuencias, es un tratamiento ineficaz, que les obliga a acudir con frecuencia a Urgencias porque siguen padeciendo crisis. Con los nuevos fármacos muchos abandonan los corticoides y evitan esas recurrencias.

Coste
20.000 euros por paciente


Los nuevos tratamientos monoclonales del asma grave han sido administrados hasta ahora como medicamentos de uso compasivo; es decir, comprados a otro mercado europeo hasta que se aprueba su uso en España.

Sea de esta forma o ya dentro del mercado español, se trata de medicamentos caros, que implican un coste medio de unos 20.000 euros por paciente.

Grupo sin tratamiento
Pese a que los nuevos fármacos están ofreciendo buenos resultados, sigue habiendo pacientes huérfanos de un tratamiento que les resulte verdaderamente eficaz.

 

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