Nueve meses para una empleada que se apropió de dinero y regaló prendas

Fue contratada para trabajar en dos tiendas de ropa de Lugo y tendrá que indemnizar al dueño con 800 euros. La joven no registraba las ventas en la caja e incluso simuló alguna devolución

La dependienta de dos tiendas de ropa de la capital lucense fue condenada a nueve meses de cárcel por vender prendas por su cuenta y no meter el dinero en la caja. La chica llegó incluso a regalarle un pantalón a un amigo sin pagarlo. Su peculiar forma de trabajar le salió cara, ya que además de ser despedida, tendrá que indemnizar al dueño de los establecimientos en 809 euros.

La acusada fue contratada en el mes de octubre de 2011 para trabajar en dos tiendas de moda juvenil de la capital lucense, que pertenecen al mismo dueño. Desde ese momento y durante dos meses, hasta finales de noviembre, la joven aprovechó para vender ropa de forma privada al menos a un cliente.

Tal y como quedó recogido en la sentencia, la chica le entregó al cliente unas nueve prendas propiedad de la tienda, por los que recibió unos 500 euros. Sin embargo, en lugar de meterlos en la caja, se los quedó. Además, en una ocasión le regaló un pantalón a un amigo, valorado en 159 euros.

Finalmente, el 15 de noviembre, sustrajo 149,90 euros de la caja, haciendo constar que se trataba de la devolución de una prenda que había sido adquirida por un joven. Sin embargo, esa devolución nunca se produjo realmente.

El propietario del comercio se dio cuenta de que la empleada estaba cometiendo estas irregularidades y la despidió. Además, denunció los hechos, por lo que la joven fue acusada de un delito continuado de apropiación indebida.

En la vista oral, la joven lo negó todo y le echó la culpa a otra compañera, llegando a decir que el día que faltaron de la caja los 149,90 euros ella no estaba trabajando. Sin embargo, la declaración de otras tres empleadas y el repaso de los cuadrantes de turnos, demostraron que la acusada mentía. Además, el juez explica en la sentencia que la contraseña de entrada para realizar las operaciones era individual de cada empleada, por lo que tuvo que ser ella la que simuló la devolución.

La chica recurrió la sentencia, pero la Audiencia la confirmó.

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