La nueva normalidad es vieja

Un profesor lucense ya impartía casi el 100% de sus clases online antes del confinamiento
Roberto Reboredo. EP
photo_camera Roberto Reboredo. EP

Para la gran mayoría de la comunidad educativa de Lugo, tanto profesores como alumnos, las clases telemáticas son una novedad de esa nueva normalidad obligada por la pandemia de Covid-19. Pero para otros, como Roberto Reboredo, eran lo normal desde hace ya mucho tiempo, su forma de ganarse la vida.

Este profesor de inglés y de español para extranjeros detectó en torno a 2009 "un perfil de alumno, como trabajadores de empresa o chavales que vivían en las afueras, que no tenían la opción de ir a una academia o una escuela de idiomas ni de mantener unos horarios rígidos". Eso le animó a centrarse en la enseñanza a través de las plataformas digitales, que además ahora no ha hecho sino crecer con las necesidades por el confinamiento, aunque en su caso no de manera desproporcionada: en torno a un 10 o 15%.

"La mayoría de mis clases", explica Reboredo, "son individuales, en torno al 70% del total, y luego tengo algunos grupos de 10 personas. Y de las 150 o 160 clases que puedo dar al mes, unas 130 son online". Para encontrar a sus alumnos utiliza plataformas especializadas de captación donde los profesores se apuntan para recibir solicitudes, lo que le permite, por ejemplo, que en torno al 30% de su alumnado sea internacional, "extranjeros que quieren aprender español". No obstante, recomienda la captación directa, ya que eso ahorra los porcentajes que hay que pagar a las plataformas.

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