Una nueva detención reactiva la presión sobre el clan líder del hachís en Lugo

El juzgado envía a prisión a uno de los Tots, que fue apresado tras una espectacular fuga en la que embistió a varios coches de Policía y fue lanzando por la ventanilla paquetes de droga
Un coche de la Policía Nacional, patrullando por Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un coche de la Policía Nacional, patrullando por Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ

El punto de mira de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado ha vuelto a situarse sobre el objetivo del clan Tots, un grupo familiar de origen marroquí al que consideran el principal responsable del tráfico de hachís en Lugo. Según las investigaciones, este clan ha recobrado músculo en los últimos tiempos, después de haber sufrido varios golpes importantes por parte de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en 2016 y 2017 en los que perdieron cargamentos de varios cientos de kilos droga.

Prueba de la recuperación de la actividad por parte de los Tots, o al menos de una parte de la familia, es la detención el pasado domingo por la noche de uno de ellos, detectado en la zona del Sagrado Corazón cuando, según sospechan los agentes de la Policía Nacional, se dirigía a hacer una entrega a uno de los grupos de traficantes al menudeo al que abastecen y cuyos líderes viven en la zona.

ELP0812P5F1Persecución peligrosa

Los policías dieron el alto al sospechoso, al que ya conocían por otras operaciones, pero el conductor aceleró su Mercedes —un modelo robusto con más de dos décadas en carretera— y embistió al coche policial para darse a la fuga a toda velocidad por A Fervedoira. Posteriormente, tomó la rotonda de la ronda este que lleva hacia el Hula, y en su huida tomó dos rotondas en dirección contraria, hasta enlazar en la tercera con la carretera de A Fonsagrada que lleva de regreso al casco urbano.

Con la noche echada encima y lluvia, a la altura de Castelo estuvo a punto de llevarse por delante a unos peatones, siempre según el relato policial. Los agentes de la Nacional ya habían dado el aviso a sus compañeros con el objetivo, sobre todo, de impedir que volviera a entrar al caso urbano, ante el riesgo que eso supondría, por lo que establecieron una barrera de urgencia con coches a la altura del cruce con el Paseo do Rato.

El sospechoso no solo no frenó, sino que lanzó su vehículo contra los dos coches policiales y logró atravesar la barricada. Ya en la estrecha y sinuosa carretera del Rato, aprovechó la obligada disminución de velocidad para bajarse del coche en marcha y esconderse entre la malezas y los árboles.

El Mercedes fue a parar contra la valla de madera que delimita el carril bici, mientras él trataba de cruzar al otro lado del río, donde el arbolado es más espeso. Lo hizo con varios policías tras sus pasos, que al final consiguieron detenerlo. Uno de los agentes sufrió lesiones durante la detención.

Droga por la ventanilla

Una vez apresado, la labor policial se centró en localizar la droga. En el coche no encontraron nada, pero volvieron a rastrear todo el recorrido de la persecución, ya que durante la misma le habían visto lanzar objetos por la ventanilla. Encontraron el hachís en bolsas, que pesaron cerca de tres kilos.

El individuo fue puesto este martes a disposición judicial y, tras prestar declaración, el fiscal solicitó su ingreso en prisión, que fue ordenada por el juez. Está acusado de tráfico de drogas, conducción temeraria, lesiones y daños. 

No obstante, todo apunta a que esta espectacular detención no es solo sino otro capítulo de la guerra contra el clan Tots y que la investigación continúa. La Policía Nacional confía en que un buen punto de apoyo será el teléfono móvil del detenido. El hombre trató de deshacerse del aparato durante su huida por el río Rato, un táctica habitual en estos casos ante la valiosa información que puede proporcionar. Localizarlo entre la maleza fue un trabajo bastante complicado.

El clan de Beni Melal

De esta manera, el clan Tost vuelve a estar bajo el radar de las fuerzas del orden. En realidad, nunca había dejado de estarlo, si bien hubo años que su actividad se resintió mucho, sobre todo tras un par de importantes actuaciones antidrogas en 2016. Fruto de aquellas investigaciones se consiguió conocer la estructura del grupo y se decomisaron varios cientos de kilos de hachís, miles de euros en efectivo y vehículos de alta gama.

Los Tost llevan casi un par de décadas establecidos en la ciudad y son varios hermanos y primos originarios de la región marroquí de Beni Melal. Con los años, completaron la estructura con otros compatriotas, casi todos procedentes de la misma región y gente de absoluta confianza. La práctica totalidad de ellos cuenta con antecedentes por tráfico de drogas y otros delitos. Su actividad se extendía también a las zonas limítrofes de A Coruña y Asturias con Lugo y mantenían contactos en Portugal e Italia.

Siempre se caracterizaron por no ser un grupo especialmente violento y por desarrollar operaciones de bajo riesgo: no traían hachís desde Marruecos, sino que comparaban la droga a las grandes redes establecidas en el sur de España y la traían a Galicia en pequeños cargamentos, de unas cuantas decenas de kilos, que viajaban en vehículos protegidos por coches lanzadera. De esta manera minimizaban no solo riesgos, sino también los daños en caso de ser interceptados.

Inversiones y cambio de jefe

Así logró el clan amasar una buena cantidad de dinero y bienes, que nunca estaban al nombre de los cabecillas, sino de hombres de paja. Los investigadores también pudieron seguir el rastro a muchas de las inversiones en empresas de construcción e inmobiliarias en su tierra de origen, Beni Melal, en el centro de Marruecos.

En esta nueva etapa de la banda para volver a la Champions del tráfico de hachís en Lugo, la estructura ha sufrido cambios, según informaron fuentes conocedoras de estas redes. El principal sería la salida del negocio del hermano Tots que antes lideraba todo el clan, y que al parecer decidió dejar el negocio después de las referidas operaciones de finales de la década pasada.

El detenido niega que la droga fuera suya
El detenido tras la persecución fue puesto este martes a disposición judicial. En su declaración ante el juez y la Fiscalía, explicaron a este diario fuentes próximas a la investigación, e hombre negó que le droga encontrada en el recorrido de su peligrosa huida, supuestamente arrojada por la ventanilla del coche, fuera suya.

El presunto narcotraficante también explicó que no se detuvo ante las indicaciones de la Policía Nacional y se dio a la fuga porque se trataba de vehículos camuflados que no identificó como de la Policía. Por algún motivo, ni Fiscalía ni juez le creyeron y fue enviado a prisión.


 

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