Niños atrapados en un tráfico de alto riesgo

El PP puso este miércoles sobre la mesa la extensión de las zonas 30 a todas las áreas escolares y los entornos deportivos de la ciudad

El colegio de As Gándaras, donde no hay ni siquiera acera, aunque está prevista para este año. EP
photo_camera El colegio de As Gándaras, donde no hay ni siquiera acera, aunque está prevista para este año. EP

Las zonas 30 se han ido abriendo paso en el entorno de varios colegios e institutos, pero en la mayoría de centros la velocidad permitida está por encima y la vigilancia es escasa. El PP pidió este miércoles que el límite a 30 se extienda a todas las zonas en las que hay centros educativos o deportivos.

La Fapacel estaría a favor de implantar esos límites. Belén Díaz, presidenta de la federación de anpas, señalaba que crear más zonas 30 ayudaría a hacer entornos escolares más humanizados.

Díaz relataba que la velocidad y la presencia de coches en las aceras son cuestiones que los padres plantean con cierta frecuencia y señalaba, a modo de ejemplo, que en As Mercedes los padres pidieron bandas rugosas en la calle Montirón. Se les denegaron porque, como la calle es muy estrecha, el Concello cuestionaba que hubiera excesos de velocidad. Los padres creen que los hay.

"Extender las zonas 30 a todos los entornos escolares generaría áreas más humanizadas", indica Belén Díaz

La demanda de control es bien recibida en zonas como As Gándaras, donde ni siquiera hay acera en el camino al colegio y el límite actual, de 40 kilómetros por hora no se respeta "nunca", dice Jaime Gueimonde, presidente de Gatos Roxos.

La alcaldesa presentó hace unos días a los vecinos el proyecto para hacer la acera, presupuestado en unos 60.000 euros y para la que hay fondos consignados para este año, confirmó ayer Gueimonde.

"En As Gándaras, el límite a 40 no se respeta nunca. Cuando pone el radar, la Policía no da abasto a parar coches", señala Gueimonde

Pero, más allá de que los vecinos quieran que se haga ya la acera, hay situaciones de riesgo todos los días, dice el presidente de la asociación vecinal. Y el exceso de velocidad está muchas veces detrás de ese peligro. «Las veces que pusieron el radar, los policías se tenían que ir a los veinte minutos, porque no daban abasto con la cantidad de coches que paraban», decía ayer Gueimonde.

No importa que haya bandas reductoras de velocidad. Los límites en As Gándaras no se acatan y la situación no ha hecho más que empeorar desde que se abrió el puente de Paradai, ya que ha crecido mucho el tráfico por la Calzada das Gándaras, relataba.

La gente pisa el freno desde que se puso el radar en Duquesa de Lugo y la velocidad se ha moderado, dice Magin López Lobeiras

El establecimiento de una zona 30 también sería bien recibido en Paradai. La directora de ese colegio, Marta Castro, decía ayer que contener la velocidad favorecería la seguridad de padres y alumnos, ya que el colegio está pegado a una calle con bastante tráfico.

En los espacios deportivos, la sensación sobre la seguridad varía en función de las zonas. Magín López Lobeiras, de la Sociedad Deportiva Milagrosa decía este miércoles que en Duquesa de Lugo se nota la presencia del radar que hay frente a la zona deportiva. "La gente pisa el freno", dice.

El concejal del PP Enrique Rozas advertía ayer que también es necesario mejorar la señalización en el entorno de muchos colegios. Señalaba el caso de los de Albeiros o As Mercedes y advertía del deterioro de las existentes en el entorno del Menéndez Pelayo o la escasez en el Leiras Pulpeiro.

Rozas también defendió que hay que actuar en la zona deportiva de As Pedreiras.

Comentarios