El niño maltratado cumple tres meses de edad ingresado en La Paz

El bebé podría alargar su permanencia en el centro madrileño para ser sometido a varias pruebas diagnósticas relacionadas con la porencefalia
Fotografía de archivo del Hospital La Paz. AEP
photo_camera Fotografía de archivo del Hospital La Paz. AEP

El bebé presuntamente maltratado por sus padres, que fueron detenidos el pasado día 19, cumplió este miércoles tres meses mientras sigue ingresado en el hospital de La Paz. El niño se encuentra en la unidad de Neonatos, estable y, según confirmó la conselleira de Política Social, Fabiola García, se recupera "satisfactoriamente" de la cirugía de desprendimiento de retina a la que fue sometido.

El pequeño fue trasladado al centro madrileño, de referencia nacional para esta intervención, el pasado sábado y fue intervenido el lunes. No está claro cuándo recibirá el alta porque podría alargarse su ingreso para realizarle pruebas complementarias.

El objetivo de esas pruebas diagnósticas sería determinar los efectos de la porencefalia que padece, una enfermedad rara del sistema nervioso central, causada por una cavidad o quiste en un hemisferio cerebral. El pronóstico varía en función del lugar donde se encuentra la lesión. Así, aunque el pequeño podría recibir el alta esta misma semana quizás se acabe prolongando más su hospitalización ya que La Paz cuenta con un área pediátrica con una amplia cartera de servicios y puede recibir allí todas las pruebas que precise.

Por su parte, los padres del pequeño —que no declararon ante la jueza, según dijeron ellos, por consejo de sus abogados— aseguraron que harían "lo posible" para recuperar la custodia del pequeño, actualmente en manos de la Xunta. Recordaron que "fue un niño deseado y cuidado y esperamos que todo esto se aclare pronto".

Está previsto que, cuando el niño reciba el alta médica, se vaya en régimen de acogida con una familia. El servicio de Menores de la Xunta, encargada de gestionar el acogimiento, seleccionará a una familia inscrita como acogedora, que es lo habitual cuando no se consigue que un menor pueda ir a vivir con algún familiar cercano.

Los padres están acusados de un delito de maltrato y de abandono familiar. Fueron puestos en libertad a petición de Fiscalía, que estima que no hay peligro de fuga y tuvo en cuenta que no tienen antecedentes. La pareja reconoció que no ha vuelto a vivir al piso de Irmáns Carro del que se retiró tonelada y media de basura porque reciben "amenazas de muerte", aseguran.