El buen tiempo se despidió con el San Froilán, pero este domingo se mantenía abierto aún el ferial, además de Gastroarte y ArteSanFroilán, y muchos lucenses decidieron mantener el espíritu festivo, eso a pesar de las intensas lluvias que a lo largo de todo el día descargaron sobre la ciudad.
Pese a ser domingo, al mal tiempo y a que, de facto, no había ya fiestas, los lucenses siguieron saliendo a la calle y eso se notó incluso en el tráfico, de una intensidad anómala en muchos momentos del día para una jornada dominical en Lugo.
Las ganas de seguir disfrutando de la fiesta se notaron sobre todo en el ferial, por donde no dejó de pasar gente en todo el día, y en las casetas del pulpo, que volvieron a ser centro de gran animación.
De hecho, este domingo volvió a haber colas para comer en las casetas del pulpo y, pese a la adversa climatología, mucha gente se armó de paciencia y aguantó turno pacientemente debajo de los paraguas hasta conseguir mesa.
Esa situación se dio a pesar de que las casetas seguirán abiertas hasta finales de mes y, por tanto, las oportunidades para seguir disfrutando de la gran tradición gastronómica de las fiestas seguirán siendo muchas. Es cierto que, a partir del final oficial de las patronales, las citas más habituales en el pulpo son las de los grupos de amigos y las de compañeros de trabajo y no tanto ya las de carácter familiar.
Pero la jornada también tuvo sus puntos conflictivos. La noche fue muy larga y a algunos la fiesta se les fue de la mano. Un ejemplo de ello fue que la Policía Nacional tuvo que acudir a media mañana a la Praza do Campo para desalojar un local después de que se diera un aviso por un conato de pelea en el establecimiento.
No fue el único episodio de conflicto. La Policía Nacional también tuvo que ir una vez más a la calle Tui tras recibir un aviso de pelea a las puertas de un establecimiento nocturno. Los conflictos en esa calle son habituales, pero los vecinos se mostraban este domingo especialmente alarmados por el ambiente que había en la zona tras una noche de fiesta que algunos se resistían a dar por finalizada.
Al llegar, los agentes desplegados poco pudieron hacer, ya que las personas que se estaban peleando optaron por darse la mano ante los policías y volver a entrar en el local para seguir con la fiesta. En prevención de que el conflicto pudiera reavivarse, las patrullas se mantuvieron en la zona, vigilantes.
El de este domingo era un mal día para conducir en Lugo, con las calles especialmente resbaladizas tras muchos días continuados de sol y altas temperaturas. Esa circunstancia de las vías, y el exceso de alcohol con el que circulaban algunos conductores tras la larga noche de fiesta, provocó algún accidente.
A media mañana, por ejemplo, un conductor sufrió un espectacular siniestro en la calle Santiago y chocó contra una farola. Intervino en la zona la Policía Local, que sometió al hombre a un control de alcoholemia que probó que conducía con una tasa de alcohol muy por encima de lo permitido. El cuerpo de seguridad municipal informó de que el conductor dio unos niveles de 0,78 y 0,82 en las mediciones de nivel de alcohol en sangre a las que fue sometido. El máximo autorizado es de 0,25.
De todos modos, las malas condiciones de las calles por la lluvia afectaron a todos los conductores, aunque no hubiera presencia de alcohol y, por la tarde, se registró, por ejemplo, una salida de vía en Alfonso X (en la foto). Al conductor se le fue el coche, también contra otra farola, y el siniestro acabó con una persona herida.
Lugo empieza a volver este lunes a una relativa normalidad, ya que el tráfico seguirá resintiéndose hasta que se desmonte el ferial.
