Neurología no observa un repunte de ictus e ingresa unos siete semanales

El doctor Robustiano Pego. EP
photo_camera El doctor Robustiano Pego. EP

Durante la primera etapa del confinamiento, cuando se declaró el estado de alarma, las medidas eran más restrictivas y los casos de Covid- 19 aumentaban cada día, Neurología del Hula sufrió un descenso radical en el número de ictus que veía. Esa circunstancia, que también se produjo en otros hospitales, resultó muy llamativa y no fue posible encontrarle explicación.

Ahora, está recuperando su actividad normal sin percibir tampoco un aumento sustancial de ingresos o que los casos que llegan lo hacen en una peor situación por haber esperado antes, algo que sí se ha visto en Cardiología con los infartos, por ejemplo. El jefe del servicio de Neurología, Robustiano Pego, explica que la situación actual es similar a la de antes de la pandemia y recuerda que en Lugo ingresan entre 600 y 700 pacientes. Hay unos ocho ictus semanales de media.

También puntualiza que un ictus es una urgencia tiempo- dependiente en el que la ventana de oportunidad es de seis horas. Pasado ese tiempo las secuelas se incrementan y el pronóstico empeora. Pero también existen accidentes de este tipo breves y de menor intensidad que son transitorios y que pueden resolverse por si mismos, pese a lo cual es necesario acudir al médico.

El servicio trabaja ahora con diferentes medidas para garantizar la seguridad de pacientes y familiares. "Son los que están poniendo en práctica todos los servicios del hospital. Se hace consulta telefónica en aquellos casos en los que sea posible, también se dan citas espaciadas para que no coincidan muchos pacientes en la sala de espera y para ello hemos hecho también jornada de tarde" explica el doctor Pego.

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