La abuela: "Te rompe los esquemas pero lo principal es el amor y eso lo va a tener"

Nace el primer bebé lucense de una pareja gay por gestación subrogada

El niño ya está en Lugo tras ver la luz en México, después de tres fecundaciones in vitro ►Es fruto del semen de uno de los padres y el óvulo de una surafricana contactada en internet ►Margarita reconoce que aprendió al asumir la condición sexual de su hijo y su paternidad por este método
Andrés abraza a su pequeño ya en Lugo
photo_camera Andrés abraza a su pequeño ya en Lugo

Las vidas de Andrés y Javi dieron un giro de 180 grados hace solo mes y medio. Su sueño de ser padres se veía hecho realidad tras quince años de vida en pareja, tres fecundaciones in vitro y dos préstamos con los que ambos enfrentaron los gastos de la gestación subrogada, realizada en México, por unos 50.000 euros.

"Tuvimos que pedir dos préstamos para asumir los gastos pero conseguimos nuestro sueño: ser padres. Nosotros trabajamos los dos, pero no teníamos dinero suficiente para poder llevar a cabo todo el proceso sin recurrir al banco. Lo peor de todo es que, como ya íbamos con el tercer intento de la fecundación in vitro, nos temíamos quedarnos, al final, sin bebé y con dos préstamos encima por pagar. Y si usábamos el esperma de Javi -por si el mío no fuese válido- sería un nuevo contrato y el doble de gasto. Por eso, cuando nos confirmaron que el último embrión se había implantado bien, no nos lo creíamos pero estábamos muy felices por saber que nuestro sueño comenzaba ahí aunque nos quedaban nueve meses de intranquilidad", comenta Andrés, mientras acuna a su hijo en el regazo.

El bebé nació perfectamente sano el pasado 26 de diciembre en la localidad mexicana de Villahermosa, gracias a la colaboración de una gestante de ese país, de 35 años, profesional de la limpieza y madre biológica de una niña de 10, que se moría de ganas de conocer, tras el alumbramiento, al bebé parido por su madre pero con el que no comparte ningún gen. De hecho, el niño es hijo biológico de Andrés -que aportó el esperma- y de una mujer surafricana, de 27 años y jefa de Personal de una empresa, con la que contactaron a través de la web www.eggdonnor.com, y a la que recurrieron tras fracasar dos óvulos anteriores de otra donante mexicana. "Para extraer el material genético, esta chica tuvo que viajar desde Sudáfrica hasta México. Dejó trece, que nos salieron por 12.000 euros. De estos, hubo seis que salieron adelante pero el definitivo era el que estaba más maduro al quinto día. Ahora tenemos cuatro vitrificados que nos cuestan 600 euros al año, por si queremos tener otro hijo, aunque lo vemos difícil por el gasto que genera el proceso todo. La donante desconoce para quién fueron sus óvulos pero cuando el niño tenga 18 años, ambos podrán conocerse, porque así lo regula la ley en Sudáfrica. Lo que nos parece bien para los dos", comenta Andrés.

El niño fue el mejor regalo navideño para Andrés y Javi y también para la abuela Margarita, que años antes no contaba con que tuviese algún día un nieto, dada la condición homosexual de su hijo. Sin embargo, Andrés y su pareja lo tenían muy claro. Su objetivo era tener descendencia y poder vivir una paternidad sin roles de padre y madre pero con mucho amor. "Nuestro sueño es el mismo que el de una pareja heterosexual que no pueda tener hijos. Aquí no hay un papá y una mamá. Los dos tenemos ambos roles. Decidimos que el semen sería el mío porque él tiene cinco hermanos y yo soy hijo único, pero Javi adoptará ahora el niño y será legalmente hijo de los dos", dice Andrés.

Antes de decidirse por la gestación subrogada, esta pareja pensó en la adopción, "pero nos daban un plazo de diez años y nos desanimamos", y en un acuerdo privado entre Andrés y una amiga para tener un hijo en común in vitro y luego compartir la custodia "pero no nos decidimos porque no se sabe cómo será el futuro y, en algún momento, lo podría reclamar para ella sola", cuenta Andrés.

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