El pleno de organización del Concello, previsto para la próxima semana, no solo aprobará los sueldos de la alcaldesa y los concejales sino todo el dinero público que se destinará a conceptos como el personal de confianza, las asignaciones a los partidos políticos y las retribuciones por asistencia a órganos, desde las sesiones de pleno a las comisiones preparatorias de este.
Sobre todo ello, los socios guardan un mutismo total y, según lo que se deja ver, la negociación con la oposición es mínima. PSOE y BNG no necesitan los votos de PP y Cs para aprobar la estructura.
En la anterior etapa, los cuatro grupos minoritarios presionaron para que hubiera una bajada de este capítulo (se redujo unos 220.000 euros) aunque tampoco salieron satisfechas del reparto que entonces negociaron el PSOE y el PP. Se redujo de 17 a 14,5 el número de salarios de asesores, aunque en la práctica hubo más empleados porque tres sueldos eran de media jornada.
En 2015 también se redujo en un 40 por ciento la asignación a los grupos políticos, debido a que estos pasaban de tres a seis. Pasaron a percibir 1.200 euros al mes y 500 euros más por cada edil. En total, el gasto político supuso 1,5 millones, que en 2018 supuso el 1,6%
